Mario Herrera Zárate tiene 18 días hábiles frente a la Secretaría de Educación Pública y Bienestar Social y ya se hace promoción personal. El ex coordinador de gabinete asumió el encargo luego que Rosario Rodríguez fuera prácticamente castigada con la candidatura a un distrito el cual no controla. El jueves 5 de febrero, día en que se conmemora la Constitución Política de México, en el acto solemne en Mexicali el profesor metido a político repartió Constituciones de bolsillo a quien se dejara. De pasta negra y el escudo nacional, su nombre en letras doradas para no dejar de lado el culto a la personalidad y en los interiores el currículo del doctor en derecho. A simple vista –a juzgar por los logotipos oficiales– el librito del funcionario fue patrocinado por la Universidad Autónoma de Baja California, el Gobierno del Estado y el Sistema Educativo Estatal el cual dirige. El reparto de Herrera alcanzó para todos, incluso para los magistrados del Poder Judicial del Estado, entre ellos al presidente Marco Antonio López Magaña. El personal del secretario no pudo, o no tuvo a bien, explicar la procedencia del recurso con que fue hecha la Constitución firmada por Herrera. Entonces dos pequeñas dudas: ¿De dónde el billete para menguar el ego institucional? Y, dos, ¿qué habrá querido decir el panista con entregarles la Carta magna a los magistrados? Solo él sabrá. Lo que sí dicen los magistrados, es que la Constitución de Herrera, no trae transitorios.