Es 1998, Diana Bracho tiene 54 años de edad y una trayectoria que ya habla por sí misma. Sin embargo, está a punto de aceptar un papel que le hará exigirse más como actriz y aprender que los retos nunca se terminan. Volverá a los escenarios y mantendrá el éxito de su interpretación durante un año. Pero primero debe hacer lo básico: conocer a su personaje, la soprano María Callas, figura principal de la obra de teatro “Master Class”. La elegancia y talento la acompañarán, pero su carácter estricto será el que la haga distinguirse en el escenario donde, con mando firme, aleccionará a tres alumnos sobre la música, emulando las clases magistrales que en la escuela Juilliard de Nueva York, impartió la cantante en 1971, pese a ya tener una voz lastimada por el paso del tiempo. En diferentes niveles de aprendizaje, los pupilos verán la sombra de una diva musical, pero también reconocerán el ímpetu que todavía tiene cuando se trata de su profesión. Igual que María Callas revivió de cerca una de sus pasiones cuando más alejada estaba de ésta, Diana Bracho tuvo lo propio en los últimos meses al retornar la obra “Master Class” después de quince años de haber hecho el mismo papel. Sobre esa caricia a la nostalgia, la actriz comentó a ZETA: “Es otro momento de mi vida y (María Callas) es un personaje tan rico que ha crecido en mí y le pude dar mucho más ahora. O no mucho más, pero pude explorar otros ángulos emocionales del personaje que hace quince años yo no tocaba y ahora lo puede hacer”. Regaños a los jóvenes cantantes y, para ser precisos, a todo aquel que interfiera con su dinámica de aprendizaje, son parte de la puesta en escena dirigida en esta ocasión por Diego del Río (“El Chofer y la Señora Daisy”, “Espejos”), pero apegada una vez más al texto que en 1995 escribió el dramaturgo estadounidense Terrence McNally y que le valió el Premio Tony a Mejor Obra del Año. “Como actriz y en mi vida personal hay más plenitud, creo que las dos cosas van íntimamente unidas, lo personal con lo profesional. Siento que he vivido muchas cosas. Que he pasado muchas cosas. Que veo a este personaje desde otro ángulo, más profundo, tal vez un poco más doloroso, pero también como más rico. Yo creo que ha sido algo totalmente diferente a lo de hace quince años”, agregó quien trabajó en otras obras como “El Hombre Inesperado” y “Amor, Dolor, ¡y lo que Traía Puesto!”. Repitiendo labor de diseño de producción con Laura Rode, “Master Class” cumplió cien representaciones el 16 de enero y tuvo como padrinos de honor a la cantante Daniela Romo, la actriz Alejandra Barros y al propio Terrence McNally, aunque en la función de esa noche, artistas como Dominika Paleta, Erik del Castillo y César Bono también se hicieron presentes en la develación de la placa conmemorativa en el Teatro Banamex de la Ciudad de México. El acto además marcó el inicio de las últimas funciones en el Centro de país -las cuales se extenderán solamente a la primera semana de febrero- y el empezar con los preparativos de una gira nacional que, aseguró Bracho, “hará escala en Tijuana”. Sin embargo, no dejó de dar su opinión sobre el centralismo que todavía se maneja en las obras de teatro: “Esa es una tristeza que siempre siento de lo concentrado que está el teatro en la Ciudad de México y que cuando sale el teatro muchas veces no es de la mejor calidad. Les llegan obras de muy baja calidad con artistas que han hecho una telenovela y montan una obra equis que no tiene ningún valor. No tengo nada en contra de los actores de televisión, yo actué en televisión también, pero me refiero a que hacen obras fáciles y baratonas nada más para venir a engañar al público de otros lugares del país”. Para evitarse esa molestia, la actriz tiene condiciones muy precisas al aceptar un proyecto: “Siempre que hago una obra de teatro y voy a salir de gira, exijo que esa obra de teatro se presente en tal cual en el lugar donde sea, exactamente como se hizo en México, y si no la pueden presentar así, con esa dignidad y con escenografía bien montada, no la hago”. Además, aseguró que hay una total falta de comunicación entre la gente que maneja las carteleras del teatro nacional, al no considerar todo el rango de presentaciones dignas de estar en otras sedes, falla que, considera, se debe sumar a que actualmente hacer giras resulta poco atractivo y rentable para los empresarios, por no tener una noción de la calidad de los proyectos y el costo que éstos implican. Y agregó: “Tijuana tiene el CECUT, que yo digo que es maravilloso, de los mejores (teatros) en los que he estado en mi vida, tienen un espacio increíble pero yo no sé por qué no venimos más seguido”. Es necesario hacer énfasis que uno de los elementos más importantes para que “Master Class” haga recorrido nacional se centra en su escenografía, que si bien, no tiene elementos estrafalarios, requería de una estructura fácil de adaptarse a otros teatros. Dicha responsabilidad quedó en manos de David Lombrozzo, por lo que ahora solo falta esperar a que próximamente se anuncie una gira en forma, bajo la producción de Juan Carlos Bringas. Aunque también se han rumorado los planes de llevar la historia de María Callas y su “Master Class” al cine hollywoodense, en cuyo caso Diana Bracho y Terrence McNally comentaron que Meryl Streep será la indicada para interpretar a la soprano, lo cierto es que todavía no se hace un anuncio formal del inicio de su rodaje, quién lo dirigirá y el resto del elenco. Lo que sí es una certeza, al menos de parte de la cinematografía mexicana, es que Bracho volverá a trabajar con el cineasta Felipe Cazals en 2015, luego de no hacerlo desde hace 38 años, cuando filmó con él “Las Poquianchis”. De momento no se ha adelantado mucho del proyecto, pero se sabe que es una historia de riesgo, cuestión que atrajo el interés de la actriz de “Martín al Amanecer” e “Inmaculada”, a quien próximamente podríamos ver otra vez en Tijuana.
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