De los 72 años de edad de Don Héctor Castellanos, 54 los cuenta como panista. Crítico aún, se retuerce de lo que el Partido Acción Nacional se ha convertido: “otro PRI”, señala. Por eso, en una sesión semanal que realiza el partido en Tijuana, el arquitecto Castellanos explotó luego de que Raúl Felipe Luévano invitara y aceptara la presencia del ex alcalde de Tijuana, Jesús González Reyes, para hablar de liderazgo. El panista de antaño documentó no solo las cuentas públicas que no fueron aprobadas del ex presidente municipal, millones de pesos sin encontrar, sino también “un montón de negocios chuecos”. No duda en decir, “es un corrupto”, y remata: “Jesús González no debe está aquí, debería estar en la cárcel”. El lunes 4 de agosto, Don Héctor fue a presentar el dictamen de las cuentas públicas no aprobadas al presidente municipal del blanquiazul. “El PAN, si tiene respeto a la membresía, debe correr a González Reyes del partido”. Con poca condescendencia, Luévano solicitó al descontento panista que no fuera a ventilar ahí esos asuntos, que además, ni era el lugar para hacerlo. Le negó la réplica y lo invitó a sentarse. Bien se vio que la crítica, la denuncia hacia miembros corruptos al partido, le irrita. ¿No debería ser al revés?
Publicidad
