La Arena Corinthians fue el escenario para el silbatazo inicial de un mes de Futbol mundial. Brasil comenzó con victoria de 3-1 sobre Croacia para tomar la delantera en el Grupo A, donde México es rival directo. Con un equipo sin grandes estrellas, Brasil salta como favorito para llevarse el certamen por su condición de local y la trayectoria histórica. Neymar anotó dos veces para guiar a los amazónicos, sobre sus hombros está el rumbo del equipo. México solo ha derrotado a Brasil a domicilio en una ocasión, en 1968 en partido amistoso. Aunque existen triunfos sobre la “Verdeamarela” en otros torneos, no hay razón realista para creer que esta versión de México pueda salir con tres puntos del segundo partido. A lo mucho, un empate, pero se ve difícil si los anfitriones tendrán la marcación a su favor, como la tuvieron con un penal fantasma para tomar ventaja y eventualmente ganar sobre Croacia. La buena para el “Tri” es que Croacia no se vio como una potencia europea en su partido de presentación. Su única anotación llegó por medio de un autogol de Marcelo. Cuando generaron llegadas, no supieron concretarlas. Las bajas del defensa Ivan Strinic, y los mediocampistas Niko Kranjcar e Ivan Mocinic, dejan mermada a la selección de la cuadrícula rojiblanca y lo convierten en un rival más accesible para México. Croacia solo mostró chispazos esporádicos en el juego colectivo, no pudo contrarrestar la velocidad de los brasileños, tampoco tiene seguridad bajo los tres postes con Stipa Pletikosa, que fue parcialmente responsable de dos goles. Uno por no poder contener el cobro de penal de Neymar, cuando acertó la dirección del tiro y le puso las dos manos al esférico. Otro por reacción tardía en tiro de larga distancia de Oscar, que puso cartones finales de 3-1. Por las deficiencias de los rivales, es un panorama prometedor para las expectativas mexicanas de clasificar a la siguiente ronda. Aunque hay costumbres difíciles de quitarse en la manera de enfrentar la fase de grupos. México: a repetir patrones Ningún director técnico de la selección mexicana ha salido del cargo sin convertirse en villano. Ya pasó la “luna de miel” de Miguel Herrera como seleccionador, y las reclamaciones por experimentos, aunado a dos derrotas para cerrar la preparación, ya comienzan a pesar sobre el “Piojo”. Lesiones e indecisión han dejado interrogantes a lo largo de la semana de trabajo en Santos. “Es el máximo objetivo de un entrenador, lo que he vivido desde octubre del año pasado y lo que viviré en Brasil llena de orgullo, privilegio, pero, sobre todo, una gran responsabilidad. En mi cabeza, me comprometo a entregar todo de mí”, aseguró Herrera. Guillermo Ochoa parece ser el elegido bajo los tres postes, verá actividad por primera vez en tres Mundiales. Esa es la posición más sólida, las otras líneas demuestran la falta de talento y profundidad en cada posición. No hay de dónde sacar jugadores y regresan los mismos de siempre. Para el delantero Javier Hernández, quien probablemente quede relegado a la banca, “cuando se ganan los partidos es porque todos corrimos, todos hicimos lo que Miguel (Herrera) dijo; y cuando se pierde o empata, todos somos responsables”. El “Chicharito” no ha anotado bajo el mando del “Piojo” y no se ganó un lugar en el once inicial. El capitán y defensa Rafael Márquez, resalta que “la actitud es lo importante”. Por su parte, siempre optimista, Miguel Layún señala: “Lo mejor es que el grupo está motivado”. Ese ha sido el estandarte de la selección, el aspecto motivacional y psicológico de creer en hacer un buen papel y la promesa de levantar la Copa. El “Tri” recurrirá a la fórmula de siempre para superar la etapa de grupos: ganar al más débil, empatar con el de mediana dificultad y perder con el más fuerte. En papel, el partido inicial contra Camerún luce como el más accesible para sumar tres puntos, sin embargo, la selección mexicana no ha tenido buenos resultados en sus tres enfrentamientos mundialistas previos con equipos africanos. En 2010 abrió el campeonato con el anfitrión, Sudáfrica. México alcanzó a rescatar el empate. Cuatro años antes, estaban confiados de meterle “tres a Angola por la cola”. No hubo gol por bando. En 1978, Túnez sorprendió a México con marcador de 3-1 y prácticamente selló la eliminación en el primer partido. La selección camerunesa sigue viviendo del recuerdo de 1990, cuando avanzaron a cuartos de final. Desde entonces, se ha perdido un Mundial y solo ha ganado uno de los doce partidos que ha disputado, con cuatro empates y sin salir de la etapa de grupos. Esta versión de Camerún ya asustó a Alemania en amistoso con empate a dos goles. La situación del pago de primas por participar ya quedó resuelta. Sin mucha esperanza de pasar de la fase de grupos, se le puede indigestar a México. Dando por hecho un resultado en contra ante el anfitrión, México requerirá sumar contra Croacia, que ya fue víctima del equipo tricolor en 2002.