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viernes, febrero 16, 2024
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Asesino busca libertad

El 1 de mayo de 2015, a menos de un año del día de hoy, saldrá en libertad el asesino de uno de los directores fundadores de Semanario ZETA. Ese día, Antonio Vera Palestina cumplirá la sentencia que le impuso el Juez Segundo de lo Penal de Tijuana, Baja California, cuando luego de ser detenido en 1990, fue encontrado culpable de matar a Héctor “El Gato” Félix Miranda. Tal vez, algunos de los lectores no hayan tenido la oportunidad de leer al “Gato” Félix. Su estilo no era apto para cualquiera; se nutría de lo que otros pensaban. De lo que le decían testigos de hechos, excesos y abusos. De víctimas, de presionados y de cínicos. Burlón, coloquial, se le atragantaban las palabras, mucho menos le dolían los dedos para escribirlas tal cual, con todo y significado lenguaraz, insolente. En aquella época, en los primeros ocho años de circulación de este Semanario, era lo que la sociedad bajacaliforniana quería leer. Quería saber lo que le ocultaban por considerarse alimento al morbo. De la vida privada y de la vida pública de gobernantes, políticos, funcionarios, deportistas, religiosos, periodistas y de aquellos personajes entonces visibles. Solo como una probadita, aquí algunos textos de la columna de “El Gato” Félix, “Un Poco de Algo”, de los últimos relatos antes de ser asesinado el 20 de abril de 1988. Muy apropiado para la actualidad, una de un director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana: “Aparte de Pinocho por lo mentiroso, ajora que el Ing. Oviedo Paterson es conocido como ‘El Agualeguas’, entre los usuarios de la CESPT. Leguas y más leguas en Tijuana sin ni madre de agua”. “El Agualeguas”. Uno más con personajes vigentes, y entonces concurrentes a una gira por Baja California del entonces Presidente, Carlos Salinas de Gortari: “Ahí está también uno que anda alborotado en conseguir otro hueso: César Moreno Escobar, ex Presi Muni de Tecate y su joven hijo. Cerca un funcionario de Pederico: Pedro Ochoa y uno de los Cruz, sobrino de Nacho, tijereando el mamón discursete de Barraza”. Este del que aquellos años era Gobernador de Baja California: “¿Sabrá Usted que a Xico le dicen ‘El Torpedo’? Por ser políticamente muy torpe… y todo lo demás”. Uno más: “En la única ida al baño que di, fueron sorprendidos por ZETA el Presi Muni Pederico Valdés y el ‘Poder tras el greñero’, Albertito Murguía, saliendo muy contentos y felices. Torcidos los batos”. Última (por esta ocasión): “Digan lo que digan: El Pirrurris”. “Con esa canción empezará Raphael “el party” privado con que Jorgito Hank le festejará su cumpleaños a Albertito Murguía; ‘Digan lo que digan, los demás…”. Pederico Valdés, era Federico Valdés Martínez, alcalde de Tijuana de 1986 a 1989; Hico Leyva, era Xicoténcatl Leyva Mortera, gobernador del Estado de 1983 a 1988; Bob of La Madrid, fue Roberto de La Madrid Romandía, gobernador de 1977 a 1983; y “El Pirrurris” o “El Greñero”, era Jorge Hank Rhon, tiempo después señalado como un probable autor intelectual del asesinato del periodista, pero no investigado oficialmente. Así escribía Héctor Félix, en la hemeroteca de ZETA se encuentran todas sus columnas para quien desee consultarlas. De su estilo escribió Jesús Blancornelas días después que mataran al “Gato”: “Que era muy grosero” y “se le pasaba la mano”, que a veces caía en lo “pornográfico” y se metía en la vida privada. Que escribía de obscenidades. Eso dicen. Pero era precisamente lo que la gente quería decir y no podía escribir. Y encontraron en Héctor al único que lo podía hacer. “¿Era acaso un secreto que a nuestro gobernador le gustaba mucho y le gusta la bebida? Eso era lo que todos o casi todos los bajacalifornianos decían pero no lo podían escribir y Héctor era el único que lo hacía. “¿Y los chistes populares de López Portillo o Miguel de la Madrid y hasta Carlos Salinas no eran acaso y son expresiones populares? Iban y van de boca en boca, pero nadie podía escribirlos y Héctor era el único que lo podía hacer. “¿Y los escándalos sociales no eran acaso platillo preferible en las despedidas de soltera, en las comidas de las damas de alta sociedad y las tertulias? ¿No eran acaso las mismas damas quienes se lo comunicaban a Félix porque ya era un secreto a voces? “Héctor Félix no rebuscaba en la vida de los demás ni andaba tras la pista de alguien. Era simplemente el receptor de todo sentir popular”. En ese contexto, su crimen, fue clasificado y así está hasta la fecha, como un atentado a la libertad de expresión en México. Mataron al periodista el jefe y un miembro del equipo de seguridad de Jorge Hank. Antonio Vera y Victoriano Medina. A pesar que las líneas de investigación se encaminaban al Hipódromo, “El Pirrurris” –escribiera El Gato– no fue investigado. Mucho escribió Héctor de él. De sus excesos y abusos, de su condición física e ideológica, de sus encuentros y sus desencuentros. De su poder sobre la clase que le rodea. A menos de un año de obtener la libertad, Antonio Vera Palestina, cuyos hijos siguieron al servicio de Hank hasta que fueron investigados, perseguidos y uno de ellos detenido por un tiempo, quiere salir de manera anticipada del penal de El Altiplano, Estado de México, donde se encuentra recluido debido a los estudios que han determinado un grado alto de peligrosidad. Hace unos días, interpuso un nuevo amparo para abandonar, antes del 1 de mayo de 2015, la prisión. En el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Civiles Federales con residencia en Toluca, Estado de México se radicó el juicio de derechos fundamentales 649/2014, como acto reclamado: “la negativa de otorgar el beneficio de la libertad preparatoria”, demanda que ha sido recurrente por parte del criminal. Diversas autoridades han denegado la petición del homicida del “Gato” Félix, debido a que no ha mostrado signos o avances en su proceso de reinserción a la sociedad. Pero tanto en el Estado de México como en Baja California, insisten en obtener una liberación temprana y no hasta el cumplimiento total de la pena impuesta por el asesinato del periodista. En un año y en Tijuana, en libertad, el asesino de Héctor Félix, tendrá cobijo y trabajo, según ha declarado Jorge Hank. A ver qué pasa.   Con información de Luis Carlos Sáinz


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