18.2 C
Tijuana
lunes, octubre 14, 2024
Publicidad

El transitar de Julieta Venegas

Desde el 16 de octubre de 1998, Julieta Venegas no pisaba el escenario de la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (CECUT). En aquel entonces, por 90 pesos el boleto, dos presentaciones con motivo del 16 Aniversario del recinto, la trajeron con la formalidad de su álbum debut, “Aquí” (1997). A quince años y medio regresó al mismo templete para cantar “Los Momentos”, sexto disco en su carrera que promocionará hasta junio próximo. La primera vez que Julieta Venegas presentó su música en el CECUT fue en 1988, a través de los “Ciclos de Rock del CECUT…entre Semana”. Sin embargo, hasta diez años después consiguió entrar por la puerta grande. Era una novata retornando a casa luego de siete años de probar suerte en la Ciudad de México. Todavía inexperta en presentaciones masivas, tenía todo a su favor, solo debía controlar los nervios y acostumbrarse. Para hacerlo la acompañaron 12 temas producidos por Gustavo Santaolalla, argentino que respaldó el primero de los tres trabajos correspondientes al contrato que Venegas firmó con la disquera BMG en esa época. Con 28 años de vida y un recorrido por varias agrupaciones, apenas pasaba de componer con una caja de ritmos a hacerlo con guitarra en mano. El acordeón ya era uno de sus sellos, pero el teclado seguía siendo su fiel escudero. “Mi historia es muy particular, por el momento más que nada. No me la creo como que ‘ay, entonces sí, soy la neta’”, expresó a ZETA en la edición 1282 (del 23 al 29 de octubre de 1998), como quien en verdad creía que no iba a trascender a gran escala. Pero lo hizo y sabe que hoy su voz, en el canto o no, es escuchada por muchos. Por eso en su reciente visita a Tijuana, dijo que “todos tenemos que participar, protestar, hablar, opinar y decir que no estamos de acuerdo”, cuando el gobierno presente iniciativas que no nos benefician. Como se expresó de las Leyes Secundarias de telecomunicaciones, en el actual debate por sus características restrictivas a la libertad de expresión. “Ya no más poder al poder. Suficiente….  sí (puedo) motivar a no quedarnos callados, quizá necesitamos más organización como artistas, que estamos muy dispersos. Y sí, sí estaría dispuesta a participar (en un proyecto para promover la crítica),  claro”, expuso Venegas a este Semanario. Artista y madre Aunque desde agosto del año pasado, Simona, su hija de casi cuatro años, ya no la acompaña en la gira, Julieta Venegas sigue poniéndola como prioridad en sus viajes. Acomoda su agenda de forma que no la deja sola por mucho tiempo y, cuando puede, le dedica el día entero. “Ahora viajó por ser Tijuana, pero ya no viaja conmigo. Más bien a mí ahora me toca aguantármela y mover, o acomodar todo para que no sea tan intenso. Puedo estar en mi casa y también puedo trabajar. Termino un show y al día siguiente siempre viajo. Suelo levantarme a las 3:30 am para viajar y llegar a mi casa a las 10:00 am. Siempre es más intenso para mí porque me muevo más y duermo menos, pero por ese lado ya no es problema”, declaró en entrevista con ZETA. El trajín entre conciertos, aviones y casa, parece caótico y en ocasiones se convierte en tal, pero a la cantante no le importa. Si debe tomar un avión a las seis de la mañana para estar a medio día con Simona, lo hace, justo como sucedió hace unos días. “(Al llegar) Estuve como si nada con mi hija, es que cambia algo en tu cabeza cuando eres mamá. De verdad sí es una lucha siempre, salir de mi casa me cuesta mucho trabajo, pero por otro lado, disfruto tanto lo que hago que es otra lucha interna”, añadió. Con la promoción final de “Los Momentos”, pensar en un día libre parece un sueño para la cantante de 43 años. Pero si llega a tenerlo, con seguridad Simona será quien le acapare toda la atención: “Nos quedamos tiradas. Le hago desayuno, primero su frutita y más tarde su huevito y estamos ahí toda la mañana. Luego vamos al parque a brincar un rato, a ella le encanta el brincolín. Luego vamos a la casa de los primos. Es muy relajado”. Considerándose  “lectora al cien por ciento, y ni siquiera lectora light, sino lectora seria”, quien anteriormente editó los álbumes “Otra Cosa” y “Sí”, le está inculcando el hábito por los libros a su hija que, ahora, “entró en una etapa que es contadora de historias”. Así que en la casa de Julieta -que desde el último disco comparte terreno con su estudio-  lo mismo se escucha su canto, que la voz de la pequeña contando historias que inventó. “La literatura influencia mucho lo que yo escribo. Tiene que ver con mi manera de escribir, mi manera de reflexionar las cosas, pensarlas y de transmitirlas igual, pero todavía no sé cómo encontrar algo que los una a los dos. O sea, sí, seguramente voy a encontrar una manera, además tengo muchos amigos escritores, algo nos inventaremos en algún momento”, declaró al cuestionarle si tiene intenciones de fusionar ambas pasiones para algún trabajo futuro. En su tierra Tijuana es el hogar de Julieta Venegas. Va y viene. No siempre con cercanía entre fechas, pero su retorno es dinámica obligada. La última fue para cumplir con los conciertos del viernes 25 y sábado 26 de abril, en la Sala de Espectáculos del CECUT. Fechas que no logró abarrotar. No obstante, a diferencia de su visita en noviembre de 2013, cuando tocó en Black Box, las condiciones del recinto hicieron más disfrutable la hora y media de canciones. Principalmente por la acústica, intacta en su mayoría. Sin demasiadas variantes en la presentación, el repertorio inició con “Hoy” y “Bien o Mal”, para extenderse por más de veinte temas. En éstos se le vio acompañada de su guitarra, acordeón o teclado, pero siempre con sonrisa en el rostro, mientras en las orillas de los pasillos, su padre, el señor José Luis Venegas, la fotografió a lo lejos. A un sonido que se apegó por mucho a lo incluido en la grabación de 2013, solo le faltó que ésta fluyera de forma más natural en sus intervenciones, y no como quien recita de memoria cada palabra en uno y otro concierto. Después de todo estaba en casa, con su gente, familia y público que la vio crecer hasta, entonces sí, convertirse en “la neta” a base de trabajo. “Lento”, “Limón y Sal”, “Vuelve”, “Me Voy”, “El Presente”, “Sería Feliz” y “Andar Conmigo”, fueron parte de los éxitos que se escucharon en ambas fechas. Previamente a la primera ofrecida, la cantante recorrió las instalaciones del Centro de Artes Musicales (CAM), donde se le nombró madrina de los jóvenes que allí estudian. Melodías infantiles, ejecutadas con instrumentos de juguete, darán vida al espectáculo que Julieta Venegas presentará el próximo 15 de mayo en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México, en una iniciativa a favor de Fundación UNAM.  

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas