Existen diferentes tiempos que nos invitan a reflexionar en lo personal, familiar o comunitario, como lo son Navidad, el inicio de un nuevo año, el pasar una enfermedad, el logro de un propósito escolar, laboral, personal, festejar a la madre o al padre, la graduación de un familiar o un amigo. También hay un tiempo para profundizar en nuestra vida espiritual, esa vida que nos da energía para continuar, en ocasiones en medio de dificultades, desánimos incluso contra toda esperanza. Hemos escuchado cuando se dice que una persona tiene un “espíritu fuerte” por qué es eso, es cuando no se deja vencer por las adversidades o dificultades y sale adelante, por más difícil que parezcan las situaciones que enfrenta, seguramente esa persona se compadecerá del que tiene carencias, del que sufre, del que lo necesita. Estamos en tiempo de Cuaresma, un período de seis semanas, que dan lugar a la reflexión, a la meditación, a reconocernos pecadores, buscando asemejarnos a nuestro Señor Jesucristo, que ayunó, resistió las tentaciones e hizo oración en el desierto. Nosotros también podemos acompañar a Jesús en su pasión, buscar nuestro desierto, ese momento de reflexión interior sobre todo para la semana próxima que es Semana Santa, donde se llevan a cabo los oficios propios de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Sabemos que hay muchas personas que en este tiempo es cuando pueden salir a vacacionar, a descansar, ciertamente también es necesario; pero es importante que donde se encuentren, busquen la oportunidad de tener ese momento de recogimiento, de reflexión, de acompañamiento a Jesús, afortunadamente para los creyentes a donde vayan, en cualquier lugar, siempre habrá un templo donde pueden acudir y acompañar a Jesús en su sufrimiento de la pasión, para que también puedan gozar y participar de su resurrección. Jesús vino a dar la vida por nosotros para que tengamos vida en abundancia, y con nuestra naturaleza resucita, estamos llamados a resucitar. Alimentemos pues a nuestro espíritu y no dejemos a Jesús solo en la Semana Santa, Él siempre nos espera. Rita Cedeño Pérez Correo: ritacedeno2001@yahoo.com.mx
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