Hace algunas ediciones, en esta misma columna, un espacio ganó el título de “Operativo Chayote”. Aquellas palabras versaron sobre un documento emanado del Gobierno del Estado, donde plasmaban, con todas su letras, un “plan operativo de comunicación social”, el cual -para surtir efecto- fue entregado a los diferentes coordinadores del área de las dependencia de gobierno. Entre otras maravillas, el archivo, en posesión de CUENTAHILOZ, recomendaba invitar a comer y a tomar café a los reporteros y directores de medios, llamarlos en su cumpleaños, mandarles tarjetas de felicitación y enviarles regalos sin motivo alguno. Pues resulta que lo publicado fue tema en una junta realizada entre los coordinadores de comunicación en Tijuana, el 27 de marzo, donde por cierto, Dorina Sánchez, de la CESPT, pidió más dinero para publicidad en la campaña de “Borrón y Cuenta Nueva”. Pero bueno, volviendo: la encargada de la zona, Sara Leal, ordenó a los subordinados que lo que se comentara en esas juntas, ahí debería quedar. Nada de datos o filtraciones, ya que se trataba de “información confidencial”, dijo textualmente. Habló sobre este medio de comunicación en particular y pidió no se le pasara información, pues daña la imagen del gobernador. De hecho, en estos momentos que el autor de esta columna escribe, tiene frente a él la minuta de la junta y los detalles que ahí se expusieron. Refiere el documento: “Sara Leal comentó que lo tratado en las reuniones de coordinación era información confidencial y que no se debía filtrar a los medios… como se hizo al semanario ZETA. Invitó a los presentes a trabajar en equipo… y cuidar la imagen del Gobernador del Estado”. Es obvio que prevalece la idea de tener a gusto a reporteros y medios con regalos, comidas y chayotes. Chica lista.
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