A Jaime Bonilla no le hace falta la comprensión de los locales, cuando tiene el respeto de Andrés Manuel López Obrador. Vilipendiado en la política bajacaliforniana, el dueño de estaciones de radio y televisión, ex funcionario de San Diego, y persona terrible de los años ochenta en Tijuana, intenta redimirse en política. Llegó hasta la Cámara de Diputados de la mano de López Obrador y con la etiqueta del Partido del Trabajo, pero ahora en la guerra de las izquierdas su novel corazón político está en MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional). No duda pues, en votar las causas de la izquierda de Andrés Manuel en la Cámara, y en representar sus intereses políticos. Por eso y solo por eso, cuando el PT hizo alianza con el PRI llevando al priista Fernando Castro Trenti como candidato al Gobierno del Estado, no se les vio juntos ni en fotografía de sociales. La lealtad de Bonilla al Peje, le ha llevado a ser nombrado Delegado Nacional de MORENA para las elecciones en Sonora, donde en 2015, renovarán Gobierno, Ayuntamientos y Congreso Estatal. Por eso ahora el diputado reparte su tiempo entre la Ciudad de México, donde labora; Sonora, donde representa; Tijuana, donde vota, y San Diego donde vive. ¿Algo más?
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