“Lancero”, de La Soledad, divisa morado y celeste, permitió a Fabián Barba cortar oreja, al que le vio sus cualidades y no los defectos. Considera que su actuación en la Plaza México fue sólida e importante Empezó por aprovechar tersamente hasta el mínimo movimiento entre pase y pase, una entera en buen sitio fue su premio. Requirió de mucho valor para eslabonar los trazos entre pase y pase de cada animal. En ocasiones hay toros que ponen a prueba la capacidad del diestro que tienen delante. Resolvió la papeleta y demostró su Tauromaquia. Fabián es un torero que siempre busca triunfar, saca el mayor provecho viendo las virtudes de los ejemplares. Los dos toros fueron para pensar, particularmente el primero, que lo hizo mostrar su sitio. Se trató de un animal complicado, y desafortunadamente no repetía. Fue agradable la respuesta de la gente que lo apoyó en todo momento. Mariano González envió un encierro terciado que dio un juego irregular, toros bravos para los caballos a los que acudieron y recargaron en el peto, pero enraizados a los que había que poderles. Resultaron buenos el primero y quinto, regular el cuarto y complicado el resto, que presentaron problemas por sus condiciones. El banderillero Cristian Sánchez sumó su salida número 60 en el embudo de Insurgentes, imponiendo una marca difícil de igualar o superar, volviéndose indispensable en las cuadrillas importantes. El segundo tercio es la forma en que el aficionado rinde tributo a las carreras profesionales. Los mejores astados correspondieron a Juan José Padilla, quien en su segundo toreando de rodillas, en los medios se echó la fiereza encima que le desbarató el chaleco y la camisa. El parte médico reporta que seguirá en observación, reposando sus contusiones severas en el bordo mucoso del lado inferior, con herida de tres centímetros que lesiona músculo orbicular. También presenta una herida de cuatro centímetros que penetra en la cavidad bucal, no hay faltante de piezas dentales, cortó una oreja. Padilla realizó dos faenas diferentes que fueron del gusto de la audiencia y le aplaudieron fuerte durante toda la tarde, básicamente por su valor, determinación y sus deseos de triunfar. Con su primero procedió a faena completa, toreando aterciopeladamente por verónicas y luego chicuelinas, logrando destellos. Compartieron cartel con Alfredo Gutiérrez y José Mauricio, exponiendo de verdad se cubrió con transparencia, siendo aplaudido en el tercio, muletazos por ambos lados templados y de magníficos trazos con la dosantina, seguido de manoletinas, mal a la hora de matar y hasta un aviso escuchó. Palmas al toro en el arrastre. Con el otro buen toro efectuó una faena ciclónica y también clavó garapullos, haciéndose de un auricular. Se cortaron tres orejas en el vigésimo festejo capitalino. Padilla y Barba no escatimaron en valor con muletazos en el centro del ruedo, con la cara lesionada mantuvo su línea variada. Pinchazo y estocada para una oreja y palmas al toro, escuchando los gritos de “torero, torero”, anduvo muy cerca, sabiendo que podía sufrir las consecuencias. La semana entrante, la Plaza México verá el cerrojazo de lujo con Pablo Hermoso de Mendoza. A pie, Arturo Macías “El Cejas”, Fermín Spínola y Fermín Rivera, con dos de Julio Delgado y seis de Lebrija. arruzina@gmail.com
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