Salvo que en la administración de Francisco Vega de Lamadrid se otorguen licenciaturas o carreras por decreto del gobernador, el recién nombrado director del Instituto de la Juventud, miente o usurpa funciones. Hay de dos: o el funcionario falseó su información curricular, o el Gobierno del Estado altera la carrera profesional del joven para ponerlo donde hoy está. Con pocos días frente al despacho, Manuel Rudecindo García Fonseca, de 22 años recién cumplidos, fue presentado como “abogado” y “licenciado en Derecho, egresado de la UABC”. Le fue tomada protesta por la Oficial Mayor, Loreto Quintero, y por Ricardo Magaña, secretario de Desarrollo Social. El mismo boletín de prensa describe al peque como profesionista titulado. La base de datos de la SEP no tiene al joven registrado con cédula profesional; en la UABC sí, pero como estudiante. Lejos de la mentirijilla del gobierno, lo grave es que la Ley de la Juventud advierte que el titular deberá tener una licenciatura afín al cargo, o –mínimo- una carreta técnica. Y ni una ni otra, Rudecindo es egresado del COBACH y es todavía estudiante de la UABC en Mexicali, según su recibo de pago, en “etapa terminal”. Ya hay exigencias de jóvenes que piden la destitución del veinteañero funcionario, que se investigue y, en todo caso, se sancione. Pero bueno, según la versión del gobierno, fue el propio Kiko Vega quien designó al chamaco. Así se desprecia la Ley en Baja California.
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