“Alberto Capella es la marca de la seguridad pública que requiere Morelos”, aseguró ante los miembros de su gabinete el gobernador de esa entidad federativa, Graco Ramírez, el 6 de enero de 2014, al asignarlo encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado. Pidió colaboración total con el recién nombrado, y recién llegado. Pero en el proceso de toma de posesión de los inmuebles y recepción de información de las áreas a su mando, durante 15 minutos a Alberto Capella le fue impedido el ingreso al Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza (C3). El tijuanense esperó en la puerta mientras dos guardias lo encañonaban. Su antecesora, Alicia Vázquez Luna, había ordenado desconectar el elevador; Capella subió por las escaleras para pedirle la renuncia. Del director del área de Planeación de Seguridad, nada se supo: “Se fue y se llevó llaves, claves, y no sabemos qué más”. Así inició actividades Capella, quien se comprometió a “… en 30 días, reducir la incidencia delictiva, total, tiene que haber menos delitos que el año pasado en relación a enero y diciembre. Pero en una semana tenemos que tener resultados”. Para combatir la resistencia interna que esperaba, “traigo -de Tijuana- a la gente en quien yo confío y están haciendo operativos, andamos haciendo las cosas con las uñas, entusiasmados por el apoyo del gobernador (Graco Ramírez) y ya traemos resultados; llegamos y capturamos a un secuestrador de transportistas”. A dos días de asumir el cargo, el ex funcionario de seguridad en el XX Ayuntamiento de Tijuana recibió amenazas. Aún no identifica a sus detractores, “por lo pronto, lo quiero dejar como rumores al interior de la corporación, llevó poco más de 48 horas aquí, estoy en el proceso de acumular y analizar información”, dijo. En la contención criminal, “extraño la playa y la frontera” Entrevistado respecto a los delitos y grupos del crimen organizado, cuyas actividades provocan que Morelos ocupe el cuarto lugar nacional en la comisión de delitos del fuero común, Capella Ibarra resumió: “La zona urbana que contempla Cuernavaca y Jiutepec, concentra el 61 por ciento de la delincuencia estatal, entonces, no hay que ser genios para saber dónde tenemos que invertirle ahorita. Queremos que el recurso humano que tenemos -escaso, como en todas las instituciones- pueda invertirse en una primera parte urgente en esa zona. Hice un compromiso interno en la institución y puse metas muy claras para la reducción de ciertos delitos, particularmente, en el tema de secuestro”. Sobre los delitos de mayor incidencia en Morelos, explicó: “En el robo con violencia estamos en primer lugar; en el robo a transportistas con violencia y sin violencia, también en primer lugar; en el robo de vehículos con y sin violencia, en el cuarto lugar; también otros delitos importantes que le pegan aquí al estado en el robo a transeúnte, con y sin violencia, en el onceavo lugar en el ámbito nacional; robo a negocios, en el sexto lugar; casa habitación, en el noveno: homicidios, en el cuarto lugar. Deshonrosamente, en primerísimo lugar en el tema de secuestros, en el tema de extorsión también; en el tema de violación, en tercero, y en abigeato pasó del treceavo lugar, al primer lugar el año pasado”. Y aunque todavía no recibe información por parte de las policías locales sobre mafias y cabecillas criminales que delinquen en Morelos, sabe a cuáles cárteles se enfrentará: “Hay presencia evidente de lo que queda de la organización de Los Beltrán Leyva, que aparentemente hay una división de dos grupos; una denominada ‘Guerreros Unidos’, y otra ‘Los Rojos’, (relacionados) con narcotráfico, otros con narcomenudeo, pero concentrados particularmente en el tema de secuestros. “También hay presencia de grupos que vienen del Distrito Federal a cometer secuestros y robo de vehículos, y otros que vienen del Estado de México a refugiarse y cometer otro tipo de delitos. Y la representación probablemente de cierto sector de Los (Caballeros) Templarios”. Al hablar de fenómenos nuevos para él, Capella detalló: “Ahorita estoy extrañando la playa, no podían irse nadando, y extraño también el norte con la frontera, porque en Tijuana solo me preocupaba por la enterada de Rosarito y Tecate. Aquí hay salidas y entrada por todos lados, particularmente de una entidad muy convulsionada, dimensionalmente más que Morelos, que es Guerrero, y es evidentemente un reto y una situación grande”. El funcionario tiene a su favor algo que no tuvo en Tijuana en 2008: colaboración sin precedentes del Gobierno Federal, con el Ejército y la Policía Federal, apoyando el combate al secuestros, también del CISEN , además de una PGR dispuesta a entrarle al tema con todo y sus limitaciones en cuanto al número de personal. Amenazas y corrupción Dado que los exámenes de confianza para las policías, son un requisito para recibir recursos del Gobierno Federal, se le preguntó a Capella de los resultados de los exámenes de control y los niveles de corrupción de la Policía Estatal que hoy encabeza. “Es muy temprano para poder contestar con objetividad, lo que sí puedo decir es que no puede haber niveles tan altos de violencia y delincuencia, si no hay un acompañamiento institucional. Hay informes inclusive con fotografías de involucramiento de policías de todos los niveles con actividades ilícitas, esa información la estoy procesando, porque quiero decirte que no fue una transición muy amigable que digamos, entonces, ahorita estoy tratando de rescatar las piezas del rompecabezas con la gente que traigo, y estoy sorprendido con el avance que hemos tenido en 48 horas”, expuso. De la depuración, “voy a empezar primero con lo mío y luego a señalar lo ajeno”, seguirá con las 33 policías municipales. — El plan del gobernador Graco Ramírez, es que será el Mando Único. ¿Al final todas las policías van a estar bajo su responsabilidad?, cuestionó ZETA a Alberto Capella. “Todavía no, pero pinta para una reforma constitucional dentro de dos meses a nivel federal, donde probablemente llegue a una situación con esas características; por lo pronto hay un nivel de cordialidad, de coordinación. Mientras son peras o manzanas, y se dé un impulso al Mando Único desde una reforma federal, tenemos que encontrar la manera de coordinarnos con los municipios, el eslabón probablemente más perdido aquí”. — ¿Qué porcentaje de las policías Estatal y Municipales ha sido examinada? “Están pensando que tengo el C3 que tiene Daniel (De la Rosa Anaya, secretario de Seguridad Pública en Baja California), no lo tengo, es un edificio que es un elefante blanco impresionante. Llegué antier (lunes 6 de enero 2014) al edificio, me dejaron 15 minutos afuera, ya había tomado protesta, encañonado por los guardias que estaban cuidando la puerta. Entré al edificio, no había elevador, cortaron la luz del edificio, subí y hablé con la persona a la que iba sustituir, no se quiso levantar de su silla, entonces no ha sido una transición afable; ha sido difícil, y de repente ahorita tengo áreas conflictivas, una subsecretaría donde se llevaron llaves y no se cuantas cosas, estamos en ese proceso”. De acuerdo al secretario, las amenazas se manifestaron desde las primeras horas de trabajo: “Son mensajitos que vienen de la parte interna, tipo rumores, para no abundar. Yo creo que eso se va ir incrementando conforme se vayan dando resultados, e insisto: es un proceso natural, vamos a entrar en plena etapa de revolución y cambio aquí, no son blancas palomitas, como no lo han sido en ninguna parte. Cuando vean vulnerados los intereses, cuando sean hostigados, a lo mejor cierta parte podrida institucional que los esté apoyando, pues va a reaccionar”. Capella empezará por detalles tan básicos como hacer los trámites para que las placas que los policías portan en el pecho, lleven su nombre y cargo, pues el no tenerlos facilita actos de corrupción y, por consiguiente, el ciudadano no los puede identificar ni acusar. Acciones y estrategias Respecto a sus primeras actividades, Alberto Capella refirió los nombramientos de quienes se trasladaron con él de Tijuana: Francisco Javier Viruete, subsecretario operativo, y Miguel Ángel Marín, director del área de Inteligencia, espacio que no existía en el organigrama morelense y que ahora trabaja en coordinación con el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). También, que integrará la Unidad Canina, “me traje a la gente idónea, me voy a traer a más”, expresó, sin abundar. Del Sistema Penitenciario, “no depende de mí, pero no eludo la responsabilidad de colaborar cercanamente con la Secretaría de Gobierno para ayudar a resolver el problema. Una estrategia contundente del (ex) gobernador José Guadalupe Osuna Millán, fue restructurar el sistema penitenciario para atacar después la parte preventiva con mucha contundencia. Es un absurdo invertirle todo a la parte preventiva, detener delincuentes y que se te fuguen o que vivan en mini reinados al interior de las penitenciarías, sin compurgar penas adecuadamente, o estar generando fechoría desde adentro. “Además, traemos una línea y una presunción muy clara, que los secuestros que hay deben estar procesándose al interior de las penitenciarías, entonces, va de la mano todo este proceso. El miércoles 8 de enero se realizó el primer operativo bajo mi mando en los Centros de Readaptación”, afirmó el tijuanense. En cuanto a la coordinación, “para el lunes 13 de enero de 2014, estoy proponiendo operaciones conjuntas con el Ejército, la Policía Federal y las Policías Estales en 18 puntos de la Región Uno, que conforman Cuernavaca y Jiutepec; serán filtros, patrullajes, presencia disuasiva, inhibitorias y de hostigamiento a la delincuencia”. Incluso la medición de resultados y la incidencia delictiva se hace diariamente en coordinación, en las instalaciones de la Zona Militar. Para combatir al crimen organizado, Capella habló de incentivar la acción y el trabajo de la Secretaría de Seguridad Pública: “Yo percibo una inacción muy contundente por paradigmas del ‘no se puede’ o ‘no hay presupuesto’, la gente no quiere, la primera parte es activarlo. Al hacerlo, evidentemente va a haber cierto cabeceo y reacción de la delincuencia, hay presunciones del involucramiento de éstas y otras instituciones (de seguridad) con organizaciones criminales, hay que atender esa parte, ese proceso interno de evaluación y depuración. Es prácticamente una mecánica muy natural y muy lógica de cómo empezar a hacer funcionar una institución, y luego empezar a evaluar”, citó. Parte importante de su labor, será reorganizar una secretaría mal administrada. “Ejemplos: de los 900 policía estatales que tengo, 450 están asignados a tareas que no tienen que ver con la operatividad policiaca. Otro: tenía cinco policías estatales asignados al área de Comunicación a tomar fotografías, y tengo deficiencias en la calle de casi un 70 por ciento en presencia policiaca, son absurdos que hay que reformar de manera inmediata; o la ilógica de tener 100 patrullas paradas porque no tienen balatas. Todo se hará con análisis e inteligencia, no quiero dar palos de ciego, ni tampoco desesperarnos por la urgencia ni lo impactante de los delitos que se están generando todos los días; tengo que ser paciente, pero muy contundente con las acciones y decisiones diarias que tomemos”. Para concluir, Alberto Capella Ibarra subrayó: “La rapidez con que avancemos dependerá del acompañamiento de la sociedad, que solicito, porque hay una parte social que está podrida también, que de alguna forma hace un contrapeso fuerte en contra de las instituciones que queremos hacer bien las cosas y ocupamos esa aparte social buena, para que haga el contrapeso positivo y podamos salir adelante”.