En 2004, la NFL recibió a una de las mejores generaciones dentro del Draft. En ese año llegaron varios mariscales de campo que hoy en día se han convertido en verdaderas estrellas del emparrillado. Los pasadores que arribaron al profesionalismo fueron Eli Manning, de los Gigantes de Nueva York; Ben Roethlisberger, de los Acereros de Pittsburgh; Matt Schaub, de los Texanos de Houston; y por supuesto, Philip Rivers, de los Cargadores de San Diego. Por sus éxitos dentro del terreno de juego, esta generación ha sido comparada incluso con la más exitosa de todos los tiempos de la Liga, como fue la de 1983, que tuvo a tres de los más grandes de la historia: John Elway, Jim Kelly y Dan Marino. Para un par de ellos, desde el momento en que fueron reclutados, sus carreras han estado ligadas. Se trata de Manning y de Rivers, quienes fueron la selección número uno de sus respectivos equipos. Manning fue tomado por los Cargadores, mientras que Rivers fue seleccionado por los Gigantes. En ese momento, comenzó una novela de la vida real cuando el menor de la dinastía de los Manning rechazó tajantemente que si era reclutado por los sandieguinos, no aceptaría jugar con el equipo de la familia Spanos. Incluso su padre, el ex jugador Archie Manning, apoyó públicamente a su hijo de que no vistiera el uniforme de San Diego. La razón principal por la que Archie cobijó a su vástago, fue porque en sus años como profesional tuvo la mala fortuna de caer en una franquicia perdedora, como en ese entonces eran los Santos de Nueva Orleans. Eso significó un gran obstáculo para que la carrera del jefe Manning tuviera el éxito con el que ahora cuentan Eli y Peyton. A pesar de toda la polémica que surgió previo al Draft, la directiva sandieguina seleccionó al jugador nativo de Nueva Orleans, Luisiana. Luego de esto y ante la negativa de Manning, se vieron obligados a intercambiar jugadores con los neoyorquinos. Desde esa temporada los caminos han sido distintos. Es cierto que tanto Manning como Rivers han mostrado un gran talento con sus respectivos equipos, pero entre ambos existe una gran diferencia que los ha marcado de por vida. Y es que mientras Manning ha conseguido un par de anillos del Súper Bowl, los dos ante los Patriotas de Nueva Inglaterra, lo más que ha alcanzado Rivers, es disputar una final de conferencia precisamente también frente a los “Pats” de Tom Brady. Desde sus inicios, el hermano menor de Peyton, actual mariscal de campo de los Broncos de Denver mostró destellos de su talento familiar. En su temporada como novato, comenzó alrededor de la mitad de los partidos del equipo. Para 2005, los llevó al título divisional, y para 2007, ya estaba levantando su primer trofeo Vince Lombardi. Para 2012 repetiría la hazaña ganando su segundo anillo de campeón. Actualmente Manning cuenta con la racha más larga entre los mariscales de campo de la NFL, iniciando con 148 juegos consecutivos. Por su parte, Rivers llegó con muy buenos números del colegio, pero a diferencia de Manning, tuvo que esperar hasta la temporada 2006 para iniciar su carrera como titular, ya que los Cargadores contaban con el estelar pasador Drew Brees. Desde entonces ha comenzado 125 juegos consecutivos, siendo ésta la segunda racha activa más larga de la Liga, obviamente detrás de la de Manning. Es cierto que estadísticamente, Rivers cuenta con mejores números, pero la gran diferencia es que Manning tienen entre sus dedos el par de anillos. En la temporada regular, Philip ha guiado a los Cargadores a una marca de 75-49, mientras que como titular, Manning lleva récord de 83-64. El pasador del equipo del rayo ha sido eficiente, pero solamente en la temporada regular, ya que llegando los playoffs ha contado con mala suerte. Desde su arribo a la NFL, Rivers ha completado 2 mil 572 de 3 mil 998 pases que ha lanzado, para un porcentaje de 64.3; además de 31 mil 524 yardas, 212 anotaciones y 102 intercepciones que le dejan un rating de 95.6. Manning, por su parte, ha completado 2 mil 858 pases 4 mil 879, para un total de 34 mil 522 yardas, con 226 anotaciones y 162 intercepciones, para un rating de 82.0. A pesar de sus dos campeonatos de la NFL, Manning nuevamente no pudo con el equipo del rayo, y en su reciente visita a San Diego, cayó por tercera ocasión en su carrera, siendo ésta la segunda derrota sufrida en el Estadio Qualcomm, donde fue recibido por abucheos de los aficionados. Mientras que Rivers, quien tuvo una gran tarde, salió vitoreado por sus seguidores.