Sócrates Bastida y Salvador Morales Muñoz, recién nombrados asesores del gobernador Francisco Vega de Lamadrid, se cruzaron de brazos e hicieron berrinche para torcer la boca a uno de sus compañeros. Según las paredes que escucharon, los dos panistas no quieren a José Luis Pérez Canchola mezclándose laboralmente con ellos. El problema es que comparten espacios en las instalaciones del gobierno en Tijuana. A decir de los testigos, los del PAN no pudieron soportar la idea de que Canchola, el primer procurador de los Derechos Humanos en Baja California y nombrado asesor del ejecutivo en el mismo tema, tuviera acceso a lo mismo que ellos. Supuestamente éstos pasaron su petición al superior para que sacaran a Canchola de la oficina, y así no juntarse con la chusma. Hace días, el del PRD fue reinstalado en el segundo piso del edificio.