Con el segundo lugar de las encuestas de preferencia para la elección del 19 de noviembre de 2013, David Álvarez podría convertirse en el primer latino en contender por la alcaldía de San Diego. En la primera de dos rondas de esta elección extraordinaria -tras la renuncia del alcalde demócrata Bob Filner por acoso sexual-, el regidor deberá estar entre los dos primeros candidatos con mayor número de votos para pasar a la elección final, en febrero de 2014. Nacido de padres mexicanos, Álvarez se asume como “el único candidato enfocado en la región fronteriza, ha sido un tema muy importante en mis cuatro años como regidor y ahora como candidato”. Entre los proyectos que impulsó, menciona el puente binacional entre los aeropuertos de Tijuana y San Diego, así como reuniones con funcionarios federales mexicanos y estadounidenses para explicarles la necesidad de agilidad en los cruces fronterizos. “Debemos reconocer el impacto positivo que va a existir en San Diego cuando los cruces fronterizos se agilicen, el número de empleos que van a crear y la potencia que existe no solamente para la ciudad, sino para la región”, expuso David Álvarez en entrevista con ZETA. Espera encontrar en la comunidad latina el apoyo necesario para pasar a la segunda ronda de elecciones: “En las elecciones de 2012, notamos que la comunidad latina hizo la diferencia para favorecer al candidato demócrata, hemos obtenido muy buena respuesta cuando solicitamos el voto de puerta a puerta”. En San Diego, los latinos representan una tercera parte de la población, pero el aún regidor demócrata insiste que esta proporción no se encuentra reflejada ni en el sector público, ni privado. De ahí su trabajo en el involucramiento de la comunidad latina en comités ciudadanos, para incluirlos en las políticas públicas. Como hijo de padres inmigrantes en Estados Unidos, Álvarez, el menor de seis hijos, fue el primero en acudir a la universidad en su familia. Titulado en Psicología y con experiencia como trabajador social y educador, aceptó trasladarse a Sacramento -capital del Estado de California- para trabajar en el gobierno estatal. Cuando regresó a San Diego, su pasión por la política seguía con él. Entre algunas de sus acciones en cuatro años como regidor, destaca la reducción del déficit presupuestal, recibido en 47 millones de dólares, así como la reapertura de estaciones de bomberos, escuelas y parques públicos, a pesar de los recortes presupuestales. Para Tijuana, el candidato ofreció estrechar los lazos con San Diego, así como mantener abierta la oficina de representación del Ayuntamiento de San Diego para continuar con un plan de trabajo que garantice el trabajo conjunto entre ambas ciudades.
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