Son demasiadas “X” en el título para tan pocos desnudos y un minuto de sexo, dirán los que llegan a la obra con el morbo de ver a sus actores de televisión en escenas fuertes. En realidad la puesta en escena “Cuatro XXXX” lo que sí desnuda es el alma y los sentimientos de los personajes, y con ellos la de los asistentes repartidos en cuatro funciones que durante dos días, se presentaron en el Teatro del Centro Cultural Tijuana.
El elenco que llegó a esta frontera fue el compuesto por Mauricio Ochmann, Claudia Lizaldi, Alejandro Nones y Fernanda Vizzuet, encarnando a dos parejas que están, pero no están. Es decir, aquellas sumidas por la rutina, el desgano, o simplemente sin rumbo. Un par de historias y muchas emociones con las que se identificaron las personas que acudieron a la puesta, principalmente mujeres y parejas. En un mismo escenario se alternan los diálogos y acciones de Diana y Roberto, por un lado; y Celina y Pablo por el otro. Los vericuetos y problemas de la relación de pareja, de personas que comparten techo y cama, mas no precisamente la vida, su visión del mundo. Pero no es el drama total, la risa fácil es la catarsis en la que los espectadores se recrean en la obra típica de parejas. Finalmente, la misma historia contada una y otra vez, la historia de todos. Diana es escultora y vive con Roberto, “padrote” y drogadicto. Pero la “fichita” que es su amante no la agobia, lo que la desanima es la frialdad de aquel, que no le exprese, como ella lo hace, todo el amor que le tiene. Ya casi ni la fornica, mucho menos hay besos tiernos, nulo el romanticismo. “La pareja ideal no existe, te quedas con el que te encontraste y ya”, dice Diana a su madre con tal de aparentar comodidad. Por otra parte, están Pablo y Celina. El, un soñador que ha dejado un buen trabajo como publicista para dedicarse a la pintura; ella, una ex edecán que no ha dejado del todo su oficio de lucirse y venderse si hay oportunidad. Aquí el hombre es el amoroso y el que reclama cariño, ella la pragmática. “Dime algo que un hombre no me haya dicho antes”, le espeta Celina, que pese a todo, quiere matrimonio. “Tú naciste para revolver la cama, no para tenderla”, le contesta Pablo.
En medio de la obra, que dura alrededor de hora y media, de repente hay un minuto de acción que provoca suspiros, gemiditos, chillidos y extraños sonidos que brotan de la combinación de todos ellos, entre las mujeres de las butacas. Y es que los cuatro actores se han desnudado por completo, pero rápidamente se meten bajo las cobijas para simular un doble coito. El morbo se ha alimentado, pero ya no habrá más de eso. Esta obra escrita por Mauricio Pichardo y dirigida por Claudia Ríos, fue estrenada en 1995. En aquellos años la estelarizaron Arich Tech, Odiseo Bichir, Consuelo Duval y Amara Villafuerte, causando polémica con sus desnudos. 18 años después regresa con estos nóveles actores, aunque algunos de ellos con amplia trayectoria en cine y televisión, demostrando la vigencia del tema de las parejas en una sociedad que se plantea muy liberal, pero que de paredes para adentro, evidencia la soledad y la dependencia de los individuos. Aunque el anzuelo temático son las relaciones sexuales, la trama a donde nos lleva es a los deseos, sueños, frustraciones, alegrías y sinsabores del ser humano. Hombres y mujeres que se emparejan y aparean, pero que no terminan de encontrar un complemento real a su existencia. Mauricio Ochmann declaraba a un diario capitalino respecto a “Cuatro XXXX”: “Es como la vida: uno se mete en la cama a hacer el amor y se encuera, sin embargo, más allá de eso, la obra es deliciosa porque se trata de la relación de pareja que es tan compleja, de los medios, de las inseguridades”. Tras el mero morbo del título, no queda más que la reflexión de hacia dónde va la relación de pareja en pleno Siglo XXI.
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