Después de una auditoría interna, la cantidad quedó confirmada: un faltante de 200 mil dólares (algo así como dos millones y medio de pesos). Según los enterados, todavía investigan cómo fue el atraco a la empresa de Jorge Hank Rhon, un “book” que está entrando a la casa del ex presidente municipal de Tijuana. Todos los caminos de ese faltante apuntan al único responsable de lugar, el gerente de la casa de apuestas, un sobrino de Kurt Honold, quien fue el alcalde suplente del propio Hank y hoy coordina el proceso de transición en el gobierno entrante de Jorge Astiazarán. Los enterados saben que el asunto no terminará en denuncia ni en cárcel, contrario a cualquier otro empleado de medio pelo que por cualquier faltante, es casi condenado a muerte por alta traición. Lo peor de todo es que los dólares que no están, no fueron sacados en efectivo en una bolsa negra, ni mucho menos. Fueron tickets apostados en la misma empresa que nunca pagó. La ludopatía, pues.