El viernes 23 de agosto, el circulito cercano a Javier Robles Aguirre, alcalde de Rosarito, fue invitado a la inauguración de un bar en Popotla. Así es, nada de obras comunitarias ni trabajos por sus gobernados, no. La invitación fue para degustar las varias y diversas bebidas alcohólicas a disposición. El anfitrión, ni más ni menos que el síndico del Municipio, Roberto Carlos Perales Sánchez. El gancho fue el bar ubicado en la planta superior del local, porque abajo opera un table dance que, se presume, también adquirió el funcionario rosaritense. Esa noche algunos terminaron gastando ahí su quincena. Quienes conocen la historia, recuerdan que el anterior propietario fue hostigado y prácticamente desalojado por las “fuerzas armadas” de Rosarito, la Policía Municipal, hasta que el síndico se lo apropió. Pero quién podría decirle algo, si el propio alcalde tiene un antro por el estilo en la Zona Centro, muy cerca del Papas & Beer, donde damas brindan compañía al costo. Qué bonitos los de Rosarito.