Vecinos: Hace más de 35 años establecí un negocio en el fraccionamiento Playas de Tijuana, cuando Playas era un gran terreno sin construcciones como las hay ahora. Poco a poco Playas se fue poblando, hasta llegar a lo que es ahora. Jamás tuve problemas con mis vecinos, en lo más mínimo, siempre he sido una persona dispuesta a ayudar con actitud positiva, pues debemos tener presente una ley universal que dice: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Respeta para que seas respetado. Por desgracia hay personas que no piensan de esta manera y gozan haciendo la vida de cuadritos a sus vecinos, lo que sucedió en mi caso, pues hace algún tiempo llegó un doctor de nombre Miguel Vera y para mi mala suerte, compró un lote vecino a mi negocio en el cual puso un lavado de autos, mismo que opera bajo la dirección de su cuñado, un tal Jesús. A este señor tuve la mala suerte de caerle mal y no tardó en hacérmelo saber. Cuando le pedí permiso para que pasaran por su propiedad unas personas para trabajar en mi construcción colindante a su terreno, negó el permiso groseramente. Hablé con su cuñado (quien es el dueño del terreno en mención), el doctor Miguel Vera (por cierto dueño de varios terrenos en Playas de Tijuana y dueño de la Farmacia Roma y ex titular del IMSS en el fraccionamiento Soler) mas no tuve suerte, e igual que su cuñado, el tal Jesús me mandó por un tubo. Qué lástima que gente así actúen con tanta prepotencia solo porque lograron hacer una fortuna en esta noble ciudad de Tijuana. Lo dicho, amable lector, si tiene usted un buen vecino dé gracias a Dios y trátelo bien, porque si le cae la maldición, como a mí, que Dios los agarre confesados porque un mal vecino es una maldición. Atentamente, Manuel Mattei Tijuana, B.C:
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