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domingo, febrero 18, 2024
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Sin detenidos

Cuatro homicidios y un suicidio enturbiaron la aparente tranquilidad que apenas la semana pasada presumieron autoridades municipales de Ensenada. Los hechos ocurrieron en lugares diferentes y por motivos distintos. La noche del martes 23 de julio de 2013, un pleito verbal entre dos jóvenes durante una reunión, involucró al padre de uno de ellos, quien al querer “asustar” a uno de los hombres, disparó y terminó matando a una mujer que se encontraba en el lugar. El lunes 22 de julio, en la delegación de El Sauzal, en un hecho sin precedentes en la historia de Ensenada, un clérigo fue asesinado por sujetos que lo agredieron con armas blancas, aparentemente para robarlo. El sacerdote se encontraba dentro de su casa en una parroquia, y a pocos metros de una estación de Policía. El domingo 21, en la delegación Francisco Zarco, un hombre acribilló con un arma calibre .38 a su expareja, tras una discusión relacionada con la custodia de sus hijos. Luego, se pegó un tiro en la cabeza. Quedaron huérfanos tres varones de 3, 5 y 7 años de edad. Uno de ellos presenció el homicidio-suicidio. El viernes 19 de julio, en el ex Ejido Chapultepec, un conocido hombre de negocios en Ensenada, vinculado al narcotráfico y al tráfico de personas desde hace más de una década, fue muerto con disparos de arma calibre 9 milímetros y .45 a plena luz del día, por dos sujetos que tuvieron tiempo de bajar a la conductora del vehículo donde viajaba, llevárselo a dos cuadras del lugar y estacionarlo con todo y el cuerpo del empresario adentro. Luego los delincuentes emprendieron la huida a bordo de un automóvil sedán color verde, sin ser detectados por la autoridad.   El homicidio del Padre “Nachito” “Se soltó el chamuco”, dijo un policía ministerial en Ensenada la mañana del lunes 22 de julio de 2013, mientras caminaba por la zona acordonada por autoridades, frente a la iglesia “María Auxiliadora” en la delegación El Sauzal, donde fue asesinado el Padre Ignacio Cortez Álvarez, de 56 años de edad, conocido como el Padre “Nachito”. El homicidio del párroco, quien era ampliamente conocido en la comunidad católica de la región, es el primero ocurrido en contra de un clérigo en Ensenada. Al menos así lo indicó el vocero de la iglesia en el puerto, Pedro Álvarez Zúñiga, tras conocer los hechos del lunes. De entrada hay dos sospechosos en el crimen del Padre “Nachito”, quien tenía alrededor de cinco años asignado a la iglesia del Sauzal. El delito fue consumado en el transcurso de la noche del domingo 21 de julio, o la madrugada del lunes 22. Los asesinos utilizaron dos armas distintas, una punzante y una punzocortante. Esto es, un arma con pico (por ejemplo un picahielos) y un cuchillo. Las primeras pruebas realizadas por personal de periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), arrojaron que el cuerpo del religioso tenía aproximadamente 12 lesiones en el abdomen, seis en el cuello y en la cara, y tres en la espalda, producidas con esas armas. De las últimas tres heridas, una fue la que le provocó la muerte. “Fuimos avisados a las nueve de la mañana del día 22 de julio, de que en el interior de la casa parroquial, compuesta de una cocina, un cuarto y una estancia, él (Padre “Nachito”) fue localizado en lo que es la estancia o la sala. Estaba tirado, vestido, boca arriba”, explicó Marco Antonio Chavarría López, director de Averiguaciones Previas Zona Ensenada, de la Subprocuraduría de la PGJE. El cuerpo fue descubierto por una sacristana de la iglesia del Sauzal, quien dio aviso a las autoridades. La principal línea de investigación es el robo, por las condiciones en que se encontraba el lugar. “Su casa y el interior de la casa parroquial estaba todo en desorden, cajones, como que habían tratado de localizar objetos o dinero. Teníamos información de que el Padre hacía poquito había hecho la venta de un vehículo clásico que tenía. Entonces presumimos que a lo mejor obtuvieron algún tipo de información de que estaba (ahí) ese dinero, y que estaban tratando de localizarlo”, explicó Chavarría López a ZETA. “Tenemos muy buena información al respecto, hay una que honestamente sí me voy a reservar por el sigilo de la investigación, pero la Policía está trabajando en la ubicación de algunas personas que tenemos indicios que estuvieron con él, acompañándolo entre las ocho y nueve de la noche (del domingo 21)”. — ¿Estas personas no han aparecido?, indagó el reportero. “No han aparecido, efectivamente, pero estamos indagando sobre el paradero de las mismas, con el objeto de poderlos declarar. Y que nos expliquen en relación a su estancia en el lugar”. — Hay versiones de que el Padre estaba amarrado. “No, él estaba boca arriba, es la posición en la que él estaba en el lugar”. — ¿La comunidad católica están en comunicación con ustedes? “Desde luego que sí, nosotros hemos estado en contacto con el personal de la iglesia ‘María Auxiliadora’ con el propósito de poderles dar información respecto a ese asunto, y también que ellos nos proporcionen información. Traemos esa línea (el robo), pero también nos interesa o nos ha interesado verificar todo el entorno; esta línea es una línea muy fuerte, que nosotros estamos llevando a cabo. Y honestamente, es un asunto en el cual, al igual que otros, pero en especial, estamos abocando todas nuestras baterías con el propósito de poder sacarlo adelante”. Además del desorden en la vivienda del Padre, un automóvil Toyota Sienna modelo 2000, propiedad de la iglesia, desapareció de la parroquia; aparentemente los asesinos escaparon a bordo de dicho vehículo, que era utilizado por el párroco. — ¿Ése debe aparecer en algunas cámaras de vigilancia? “Efectivamente es parte de la investigación, es un vehículo que nosotros estamos tratando de localizar”. — ¿A qué se debió la presencia del Ejército (el lunes), a que era un religioso? “No, definitivamente el Ejército acude con nosotros en muchos eventos. Asiste en eventos donde sí se encuentra cerca del lugar, o si se encuentra en algún recorrido de vigilancia acuden. Hay otros asuntos donde definitivamente nos han ayudado a acordonar el área. A trabajar el lugar en relación a la seguridad, pero es nada más eso”, aseguró Chavarría. El Padre “Nachito” fue velado desde las 7:00 pm del 22 de julio hasta el día siguiente, y su cuerpo permaneció en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en la Zona Centro de Ensenada. En la misa de recibimiento del cuerpo, más de 2 mil personas abarrotaron la Catedral. Hombres, mujeres y niños de todas las edades, llenaron gradas y pasillos del recinto. También acudieron prácticamente todos los párrocos de Ensenada, algunos de Tijuana, donde Cortez Álvarez vivió y trabajó durante algunos años. Asimismo, grupos de motociclistas como Bucaneros de Ensenada y Dorados de Tijuana, montaron guardias al cuerpo del párroco que, junto con ellos, durante años participó en colectas de apoyo a personas necesitadas. Durante sus mensajes en la misa, los religiosos hicieron referencia a particularidades del párroco, como el arremangarse la camisa antes de comenzar a dar algún sermón. Lamentaron los hechos y pidieron justicia a las autoridades. La justicia divina, dijeron, llegará después. Cientos de personas rompieron en llanto mientras la misa se llevaba a cabo.   La biografía del Padre Ignacio Cortez Álvarez nació el 16 de octubre de 1956 en Janamuato, Michoacán. Hijo del fenecido Jacinto Cortés Martínez y la señora Manuelita Álvarez Ayala, quien estuvo presente en la misa de recibimiento. El Padre “Nachito” era el séptimo de doce hermanos. Realizó sus estudios de primaria en el Colegio “Claudio Sarabia” en San Vicente, la secundaria, en la Particular Número 40 de Tijuana, y su preparatoria, en el Colegio Cristóbal Colón de Tijuana. Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Arquidiocesano de Tijuana. Fue ordenado diácono el 8 de septiembre de 1987 en la Arquidiócesis de Tijuana, y como sacerdote el 19 de marzo de 1988 en la Catedral de la Arquidiócesis de Tijuana. Estuvo asignado a la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe en Tijuana, a la Parroquia de la Sagrada Familia y como promotor juvenil del decanato en Tecate; también en la Parroquia de San José Obrero, como asesor espiritual de Pastoral Juvenil (PJ) en Ensenada y en la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio. De igual manera, fue encargado de la Parroquia San Vicente Ferrer en San Vicente, y miembro del consejo presbiteral; de las parroquias María Madre de Dios, Sagrado Corazón de Jesús y María Reina de los Apóstoles en Tijuana. En Ensenada, de  las parroquias Cristo Rey y María Auxiliadora, en el Sauzal, además de asesor de la PJ del decanto. Fungió como director del Colegio “Juan Jesús Posadas Ocampo. Su cuerpo fue enterrado en el Panteón Jardín Modelo, a la 1:00 pm del miércoles 24 de julio de 2013.   Murió acribillado Molina Michel A Óscar, junto con su hermano Rómulo (secuestrado y asesinado en 2005 por un grupo de policías relacionados con el tráfico de drogas), sus vínculos con el Cártel Arellano Félix (CAF) se remontan a la década de los 90s. Se le ubicaba como madrina de la entonces Policía Judicial Federal. En 2005, Óscar Gerardo Molina Michel fue detenido por homicidio culposo y crimen organizado, como presunto integrante de la conocida como “Banda del Faro Beach”. Quedó libre, a pesar de que durante su captura, agentes federales y estatales encontraron en su propiedad, en El Faro, cerca de 14 armas entre largas y cortas, cartuchos, cargadores, 2.5 kilos de semilla de marihuana, equipos de radio comunicación, vehículos robados, equipos para falsificar dinero y un largo etcétera. <p align=”left”>Autoridades lo vincularon al “comando negro” integrado por policías corruptos en Ensenada, al robo de vehículos, al tráfico de personas, a secuestros y extorsiones, y al trasiego de drogas. Nada pareció probársele, siempre se mantuvo libre. El viernes 19 de julio, alrededor de las 5:00 pm, en una de las principales calles del ex Ejido Chapultepec, cerca del Faro Beach, Óscar Molina viajaba acompañado de un familiar -una mujer-, quien conducía un vehículo Dodge Nitro SLT color negro, placas nacionales AKP-79-89. Mientras hacían un alto total sobre la calle, Molina fue agredido con armas de fuego calibre .45 y 9 milímetros, por dos sujetos que se acercaron al automóvil mientras estaba detenido. Luego de reportes al C-4 por testigos de la balacera, para cuando llegaron los agentes de la Policía Ministerial del Estado, del Grupo contra Homicidios Dolosos, Peritos y el Ministerio Público del Fuero Común, a la calle Nayarit, donde quedó el vehículo en que viajaba Molina, no había nada que hacer. Murió a los 49 años de edad, su cuerpo quedó a bordo del asiento del copiloto. La mujer resultó ilesa. De acuerdo a la PGJE, fue sacada a la fuerza por los agresores, quienes movieron el vehículo un par de cuadras hacia el norte. El cuerpo de Molina terminó con varios impactos de bala en el área del tórax y en el cráneo. En el parabrisas, frente al asiento del copiloto, quedaron marcados seis orificios de bala. Dos del lado del piloto. Los casquillos localizados por la autoridad están siendo analizados por balística. “Definitivamente nosotros vamos a abarcar todas las líneas de investigación que existan en ese tema, relacionado con la privación de la vida de Óscar Gerardo Molina Michel”, aseguró a ZETA Marco Antonio Chavarría López. La línea de investigación de la PGJE es “revisar los círculos y cerrarlos en relación a todos esos aspectos: el aspecto social, familiar, personal; el aspecto como empresario, si es que tenía algunas otras actas de averiguación previa. También hay que revisarlo en relación a los antecedentes y las líneas que se puedan dar en ese sentido”, dijo el funcionario. — ¿Ya tienen ustedes sospechosos? “No, definitivamente por el momento lo único que te puedo decir es que tenemos dos sospechosos, que son las personas que disparan. Nosotros tendríamos que trabajar en el tema del retrato hablado, del tema de los testigos que ya hemos declarado, pero definitivamente esas personas no tienen nombre”. — ¿Alguna grabación? “Es parte de lo que nosotros pedimos, pero de momento no tenemos ningún indicio que nos permitan recuperar alguna grabación”. — ¿Datos del vehículo en el que se fugaron? “En el que se fugaron, nos hablan de un vehículo sedán de color verde, no hay ninguna característica específica de modelo o de marca”. — A este señor no lo habían amenazado anteriormente, ¿había alguna investigación abierta en torno a él? “Nosotros tenemos algunas averiguaciones previas donde él se desprende como indiciado y otros como testigo. Pero ninguna es relacionada, en el caso de la Subprocuraduría de Ensenada, con algún tema de delincuencia organizada”. — ¿Eran otro tipo de asuntos? “Sí, otro tipo de asuntos. Lesiones, amenazas, fraude. Son situaciones muy genéricas. Por eso es que nosotros vamos a revisar todo este tema, para poder saber en qué, y cerrar los círculos”. Hasta la tarde del miércoles 24 de julio, no se habían reportado detenidos en el caso.   Crimen en Francisco Zarco El domingo 21 de julio, el homicidio de una mujer y el posterior suicidio de su ex pareja, sacudió al Valle Vinícola, al norte de Ensenada. Guadalupe Meraz Correa, de 32 años de edad, ex compañero de María Ludovina Medrano de la Rosa, de 20 años, la asesinó con un solo disparo de un arma calibre .38. Luego, escribió una carta póstuma y se quitó la vida con la misma arma, un solo disparo. “La dinámica de los testigos que nos narran los hechos, nos hablan específicamente que él tuvo una vida en común con la hoy ofendida, quien decidió separarse de él”, narró el director de Averiguaciones Previas de la PGJE. “(La mujer) Se va a otra ciudad, pero se lleva a dos de sus hijos, y el tercero de sus hijos estaba aquí con él (en la delegación de Francisco Zarco). Decide regresar por él junto con unos familiares. Ella ingresa a la casa, los familiares no ingresan, y en ese momento es cuando señalan las personas, que escuchan una discusión y una detonación de arma de fuego. Por eso le hablan a la Policía. “Él sale y entrega al menor a unos familiares, y no permite que nadie entre. Momentos después se escucha un disparo de arma de fuego, donde nosotros presumimos que es donde él se priva de la vida”, narró Chavarría. Pese a que se mantiene pendiente la elaboración de un dictamen para determinar la dinámica de lo ocurrido en la vivienda de Meraz, la carta póstuma “nos da un indicio enorme, él narra qué fue lo que sucedió y el motivo por el cual la priva de la vida. Lo que podemos decir es que eso lo escribió en el inter, en el cual la unidad de la Policía va. Él le habla a uno de sus familiares para que vaya  a recoger a su hijo. El lugar de Francisco Zarco es de fácil acceso donde él estaba. Él escribe en ese mismo momento. Definitivamente él no sabía que la persona iba a regresar ese día a pedirle a la menor”. — ¿La menor presenció el homicidio? “Por la información que yo tengo, nada más escucha”, puntualizó.     Mortal discusión entre adolescentes La noche del 23 de julio, agentes ministeriales atendieron un caso, donde una discusión entre jóvenes, terminó en el homicidio de una mujer en el fraccionamiento Villas del Roble. En un relato de hechos reportados por la PGJE, se dio a conocer que el joven Marco Antonio Salas García, de 24 años de edad, visitaba a su novia ese martes el fraccionamiento. Presente en el lugar estaba un menor de 14 años de edad, amigo de la novia de Salas, quien comenzó a reclamarle al joven respecto al trato que le daba a la chica. La discusión subió de tono y comenzaron a insultarse. Luego, el menor se retiró llorando a su casa por las groserías recibidas. Molesto, el padre del menor, un ex militar de la Secretaría de Marina Armada de México de nombre Víctor Manuel Cortez Santiago, de 40 años de edad, fue a buscar a Salas García, para enfrentarlo porque insultó a su hijo. Traía una pistola calibre .38 especial en la mano. Amagó al joven con el arma. Salas lo retó. El ex marino disparó a un costado, “queriéndolo asustar”. Sin embargo, la bala le dio a una mujer que se encontraba en el lugar, quien era madre de la jovencita. La mujer, de nombre Laura Lizeth Lucero Lucero, de 37 años de edad, recibió un solo disparo en el abdomen y murió en el lugar, frente a su vivienda ubicada en Isla Benito de Villas del Roble. Manuel Cortez fue detenido y será procesado por homicidio calificado. Este último homicidio se suma a la que ha sido la semana más sangrienta de 2013 en el puerto.   No hay inseguridad, decían las autoridades El 18 de julio, un día antes de que ocurriera la oleada de homicidios, en rueda de prensa, autoridades municipales encabezadas por el alcalde Enrique Pelayo Torres y el secretario de Seguridad Pública Municipal, Florencio Raúl Cuevas Salgado, presumían una ciudad “tranquila y segura”. Incluso Pelayo hizo referencia a que durante un aventón en helicóptero de Ensenada a Mexicali que le dio el Almirante de la II Región Naval de la SEMAR, Víctor Francisco Uribe Arévalo, el militar le había confesado que “la gente en Ensenada no valora la seguridad que tiene, porque ya se acostumbraron a esa seguridad”. El presidente municipal había sido cuestionado por la prensa debido a quejas ciudadanas, relacionadas justamente con inseguridad en colonias, donde los robos están a la orden del día. Con el homicidio del Padre “Nachito”, cuyo móvil central es el robo, queda la pregunta si realmente la ciudadanía no valora; o el Almirante Uribe, el alcalde Pelayo y el General Florencio, no toman la situación como un problema serio.  Sexta muerte violenta en el puerto Las recurrentes quejas por inseguridad y robos, externadas por residentes de distintas colonias populares en la mancha urbana de Ensenada en la última semana, tuvieron un eco nada halagüeño. La sexta muerte violenta registrada en la ciudad en menos de siete días, ocurrió en Villas 4. Cinthia Soid López Hernández,  de 28 años de edad, fue localizada en una vivienda de ese fraccionamiento, con rastros de haber sido asesinada violentamente. La tarde del jueves 25 de julio, personal de Periciales, de la Procuraduría General de Justicia del Estado, recopilaba evidencias en la vivienda marcada con el número 238 de la calle Mercaderes, donde se encontró el cadáver. Hasta el cierre de edición, se desconocía la manera en que Cinthia fue agredida y cómo perdió la vida. Tampoco se reportaron detenidos en el caso. De las seis muertes violentas ocurridas desde el viernes 19 hasta el jueves 25 de julio en Ensenada, ninguna ha sido vinculada por la autoridad.  


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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