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sábado, octubre 5, 2024
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Cochinero

Sumidos en la inmundicia, los políticos, todos los protagonistas del proceso electoral Baja California 2013, están sometiendo a los votantes a una de las campañas más insufribles que se hayan padecido en la región. Cuando parece que no pueden caer más, sale a la luz pública una nueva acción que los bajacalifornianos son obligados a soportar con pena ajena. Primero las precampañas ilegales, después, las alianzas convenencieras, más adelante las elecciones internas amañadas en los partidos, y como resultado, una bola de candidatos sin merecimientos, algunos inclusos con deméritos.   Ya inmersos en el proceso, las campañas negras y el “paqueteo”, la compraventa de espacios y mejor ubicación para la propaganda de los partidos y candidatos, pero que parezcan menciones casuales o reportes noticiosos, para evadir la Ley y no incluir estos costos en la partida que limita los gastos de campaña. Por ello no serán de extrañar imágenes como la del jueves 6 de junio, donde brigadistas del PRI hacían las veces de voceadores y distribuidores del periódico El Informador en las calles de Tijuana. También en el límite del manipuleo, la ambición de los diputados con mayoría tricolor en el Congreso deja en completa indefensión a los electores, al designar su consejo del Instituto  Electoral de Participación Ciudadana de Baja California a modo, personajes sombríos que en mes y medio de campaña, se han caracterizado por su ceguera y sesgo priista. De hecho, para no dejar cabos sueltos, fueron muy cuidadosos y abusivos en la selección del consejeros distritales y personal contratado de manera temporal, procurando sin pudor una mayoría roja. A un mes del día de la elección -7 de julio-,  el concepto “Participación Ciudadana” sale sobrando del membrete del Instituto electoral. Simplemente, la ilegalidad hizo raíces. Además, en lugar de escuchar propuestas, los votantes están siendo expuestos a aburridas luchas de lodo.  Líderes del PAN y el PRD que hacen y pagan anuncios con denuncias superficiales en contra del candidato tricolor a quien apodan “El Diablo”, pero lo hacen sin acusaciones específicas y sin presentar pruebas. Los priistas responden como niños de primaria acusando a sus contrapartes de miedosos.  Sin embargo, tampoco se puede decir que los del PRI estén cerca de la transparencia y pulcritud que tanto vociferan, no hay manera de creerles cuando uno de los personajes oscuros del equipo de campaña, Ariel Lizárraga (acusado de violación de una menor que salió libre sin investigación cuando se retiraron los cargos), se pone a presumir -ante quien se deje- que él fue el autor de la encuesta publicada en la prensa escrita del Estado (entre el 30 y 31 de mayo), a nombre de Opinión Pública Marketing e Imagen, donde por 6.7 puntos, se da por ganador de la contienda a Castro. En este punto cabe mencionar que en la realidad, las encuestas de ambos lados revelan que los bajacalifornianos siguen sin decidirse, la diferencia es de dos puntos, un día los rojos amanecen arriba, y al siguiente, el resultado es a favor de los azules. Al espectáculo circense, agregue Usted el gasto en el desfile de gobernadores, senadores y demás prominentes personajes que dejan sus obligaciones en sus estados o curules, para venir a la cargada respaldando a sus candidatos. Como si eso le fuera a generar votos a sus correligionarios. Todavía más lastimoso para la gente, los discursos de quienes serán los encargados de administrar el futuro de los ciudadanos de Baja California por los próximos seis años. Por el lado de la coalición “Unidos por Baja California”, encabezada por el Partido Acción Nacional, un candidato a la gubernatura -Kiko Vega- que no se compromete a nada, inmerso en una actitud entusiasta y palabrería sin contenido, a veces incluso sin sentido. En el otro extremo, la alianza “Compromiso por Baja California”, titulada por el Partido Revolucionario Institucional y un aspirante a la silla del Poder Ejecutivo estatal -Fernando Castro Trenti-, con una arenga excedida de promesas imposibles, incluso inconstitucionales, quien cual genio de lámpara, quiere hacer creer a la población que cualquier deseo se las hará realidad con solo votar a favor del priista. Y en la misma esquina, el dizque partido Movimiento Ciudadano, convertido en un engendro del PRI que lleva al ingeniero Felipe Ruanova, quien, cual esbirro profesional y pagado, se dedica a atacar directamente a los candidatos panistas, a todo lo que se escuche, vea, huela, sepa o sienta blanquiazul. Los suspirantes a alcaldes, quienes serán los más cercanos a la ciudadanía, apenas y se ven porque el dinero y las estrategias están cargadas con los aspirantes a gobernadores. En Tijuana, el doctor Jorge Astiazarán apenas y sale, lo tienen convertido en rémora de Castro. Quedan 28 días, señores y señoras candidatos, se han gastado mucho dinero, salen en todos los medios, pero los bajacalifornianos seguimos sin conocer sus propuestas y cómo van a hacer para cumplirlas. A la fecha se ha escuchado mucho populismo y pocas alternativas de solución a los problemas locales. La indecisión manifiesta por los votantes en las encuestas, es muestra de ello, hasta ahora tan malo el pinto como el colorado, así que llegó el momento de justificar mínimamente todos los millones que se están gastando. Con un IEPCBC tan desprestigiado, están obligados a convertirse en una verdadera opción. El PAN para combatir el priismo del órgano electoral, y el PRI para validar el triunfo, si es que lo alcanza. 

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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