Por 33 años de libertad para pensar, decir, escribir y hacer, hoy la familia ZETA les decimos gracias a nuestros lectores, colaboradores, y patrocinadores. Los cumpliremos el jueves 11 de abril de 2013, pero desde hoy, queremos manifestarles a quienes nos reciben cada semana en sus casas, que estamos orgullosos de poder desarrollarnos en una comunidad consciente y responsable, capaz de defender sus derechos a saber y a pensar libremente. De exponer su voluntad en cuanto al tipo de sociedad que desea ser. ZETA es la imagen que se mira en el espejo de esta comunidad que ha mostrado valor frente a gobiernos deshonestos, comerciantes voraces, patrones abusivos y grupos del crimen organizado. Valía manifestada con palabras y con acciones que dejan claro que no existe ninguna disposición para ser convertidos en víctimas. Porque en medio de la corrupción, la incompetencia, la codicia, la delincuencia y la criminalidad, siempre se han podido encontrar funcionarios rectos, ciudadanos responsables, profesionales fiables, empresarios honrados, incluso algún político púdico que apoye el derecho a informar y ser informado. La investigación nos ha definido. Conscientes de que la verdad no es una y que para tomar decisiones los leyentes necesitan conocer la mayoría de las versiones de una realidad, nuestras páginas han dado cabida a los más variados pensamientos y diversas opiniones, pero sobre todo nos hemos ocupado de manera responsable de hacer acopio y exposición de pruebas, de proporcionarles a nuestros lectores los elementos para que ellos decidan qué hacer y qué opinar. Como un medio difusor de ideas, este semanario ha sido escenario permanente de disensos y consensos que reflejan la historia de la entidad que nos acoge. Y nos ha permitido ser cronistas, promotores y partícipes de cambios políticos, económicos y sociales que han hecho de Baja California un estado ejemplo en el contexto nacional. No ha sido una tarea fácil, pero es un camino que hemos andado de la mano, lo que nos ha permitido –a ustedes y a nosotros– seguir adelante, avanzar y desarrollarnos. Juntos, nos ha ido bien. Sus problemas son los nuestros. Usted, lector, es nuestro único editor. Como cada año, le reiteramos: nuestra obligación ética y profesional es no ceder ante presiones políticas, económicas, ni delictivas, porque lo que más valoramos en esta empresa es la libertad que nos ha ganado su invaluable confianza y credibilidad. Ése fue el ejemplo que recibimos de nuestros compañeros que han dejado un legado de valor, compromiso y templanza, Héctor “El Gato” Félix, codirector (20 de abril de 1988), Luis Valero, escolta (27 de noviembre de 1997), Francisco Ortiz Franco, editor (22 de junio 2004), todos abatidos por balas de criminales que trataron de cooptar la libertad de este semanario para investigar, y su derecho a ser informado. Los autores intelectuales y materiales plenamente identificados gozan de impunidad, igual que los delincuentes que intentaron asesinar en una emboscada a nuestro codirector Jesús Blancornelas aquel noviembre de 1997. O los grupos delictivos que ordenaron , sin éxito –en enero de 2010 y febrero de 2012– asesinar a miembros del consejo editorial de este semanario. Para quienes trabajamos en ZETA, el dolor por sus ausencias es el recuerdo permanente de que, no hacer, dejar pasar y callar, no son opciones. La información en poder de la sociedad es un agente de cambio imprescindible en un país que ocupa los primeros lugares en el tema de corrupción, donde los muertos se suceden a diario por decenas mientras los gobiernos presentan informes falsos de seguridad y piensan que evitando hablar del tema el narcotráfico desaparece. Donde diariamente miles de mexicanos se suman a los cinturones de pobreza, y sus jóvenes no tienen la oportunidad de estudiar, e incluso, tampoco de trabajar. Queda mucho por hacer en cuanto a la problemática de nuestra sociedad, los cambios han sido limitados, pero eso no significa que la gente de bien deba rendirse. Nuestro trabajo seguirá siendo acompañarlos a través de la labor informativa, para hacer que a la corrupción, la impunidad, la inseguridad, al abuso de poder y a todos quienes los fomentan, les sea más difícil caer en ello. “Sabes perfectamente quiénes somos, cómo pensamos y cómo actuamos. No hemos cambiado”, escribió nuestro fundador Jesús Blancornelas aquel 11 de abril de 1980, y sus palabras y compromiso continúan firmes el día de hoy. Muchas gracias por estos 33 años de fundación del Semanario ZETA.
Publicidad
