Al presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Manuel Hernández Niebla, no le preocupa la proyección económica para este año, tampoco el tema de inversión extranjera. La amenaza para la industria, en su opinión, es una sola: los cruces fronterizos. La adversidad para realizar exportaciones mantiene intranquila a la iniciativa privada; clusters médicos, aeroespaciales, maquiladoras, cámaras de comercio y de transporte exigen la actuación de las autoridades mexicanas para solucionar la problemática. “No podemos apostarle a una ciudad competitiva con una línea de cruce al norte para el transporte de carga como la actual”, sentenció el representante del organismo que reúne a 16 asociaciones. Y es que de cuatro carriles disponibles para el cruce comercial, solamente uno se utiliza. Los trabajos de reparación del callejón de exportaciones –localizado a un costado del muro con Estados Unidos, en la garita de Otay– han mermado la actividad diaria del transporte de carga. En un tramo de 3 kilómetros, se alinean al día, 2 mil camiones para cruzar a territorio norteamericano. El presidente del CCE explicó el pésimo estado de la vialidad debido a las filtraciones de agua, pero la reparación resultó peor, las exportaciones se han demorado hasta 7 horas. 
“Tienen 18 meses trabajando un tramo de 400 metros para reparar una tubería de agua”, denunció el empresario. La obra es coordinada por el gobierno estatal, a través de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano (SIDUE) y con cooperación de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT). Con 10 millones de pesos se construyó una nueva línea de acueducto de hierro, también se colocó una loza de concreto de 4 mil metros cuadrados y se mejoró el alumbrado público. De acuerdo al contrato con la empresa responsable de la reparación, RCR Constructora, SIDUE informó que los trabajos iniciaron el 25 de septiembre de 2011 y están por concluir el viernes 5 de abril, por labores adicionales de limpieza, esos 400 metros podrán utilizarse a partir del lunes 8 de abril. La obra pudo concretarse antes, pero la empresa sufrió el robo de material de cobre, el reemplazo de las piezas requirió mayor tiempo y sumó meses al tiempo de entrega. Además, faltan por reparar 700 metros y los 16 millones de pesos necesarios. Sin fecha para recibir los recursos ni explicación del aplazamiento de una obra indispensable para el sector industrial y comercial de la región, SIDUE asume la simple postura de necesitar más tiempo. Hasta que se consiga el presupuesto para poder licitar e iniciar la segunda etapa, “el problema va a seguir igual, con una sola línea de cruce”, explicó Hernández Niebla, presidente de CCE. La solución a corto plazo propuesta por los empresarios es la utilización de los carriles destinados a productos perecederos y de carga ancha, con el propósito de aminorar el congestionamiento vehicular. El representante del sector empresarial asegura “estamos viviendo una tormenta perfecta en materia de cruces”. Un problema adicional, los camiones en el programa CTPAT, para un cruce más ágil, están en riesgo de perder la certificación otorgada por el gobierno estadounidense porque éstos se mezclan con el resto del tráfico y contaminan sus unidades. Terrible es el panorama para las maquiladoras, específicamente para aquellas cuyo mercado final no es el país del norte. Quienes deben llegar hasta el puerto de Long Beach, California para trasladar sus mercancías a otros países han perdido en las últimas semanas sus horarios de salida por el aumento de hasta cuatro horas para el cruce. “Las pérdidas pueden ser estratosféricas, estamos hablando de billones de dólares”, aseguró Hernández Niebla. Lejos de solucionarse, la situación se agrava, “aparentemente, las autoridades no terminan de ponerse de acuerdo para finalizar una obra, cuya tercera parte tomó más de un año y medio para repararse”, añadió.
Cartas han sido enviadas al gobernador, presidente municipal, secretarios estatales y municipales, la colaboración de la autoridad ha sido solicitada, pero no otorgada. Así, los 23 mil millones de dólares registrados anualmente como producto de las exportaciones están en riesgo de disminuir considerablemente. Hasta 7 horas para cruzar Hugo Salazar aprovecha el tiempo de espera para limpiar y ajustar piezas de su plataforma de carga, mientras lo hace, confirma lo señalado por representantes empresariales. En los últimos días, ha tardado 3 horas para cruzar su carga a Estados Unidos, compañeros suyos han durado siete horas en fila. “La semana pasada fue caótica por el tráfico, el bulevar Industrial era prácticamente intransitable porque los camiones llegaban hasta allá”, comenta el transportista. Este día maneja un camión vacío y calcula una hora de espera. Chofer desde hace dos años, transita de lunes a viernes por el callejón de exportaciones para cruzar cargamentos a Estados Unidos. Consciente del tráfico ocasionado por las reparaciones, habla de los efectos secundarios para automovilistas en calles aledañas. En los días de mayor espera, los camiones comienzan la fila a cuatro kilómetros del punto final del callejón, de la calle 12 hasta el bulevar Terán Terán, en total son 7 kilómetros a recorrer antes de llegar a la puerta aduanal. “Antes de las obras, no era tan tardado como hoy, quedan dos líneas para formarnos, en la de los camiones vacíos ya empiezan a entrar otros cargados y la de las unidades cargadas, se mezclan los del programa CTPAT y los regulares”, refiere. A lo lejos de Hugo, una excavadora remueve montones de tierra, los dos carriles funcionales –para camiones cargados y vacíos– están separados por un tramo de 10 m de ancho que solía alojar tres carriles adicionales. Como él, otras 159 mil personas dependen de los empleos generados por la industria maquiladora en Tijuana. Sin fecha estimada para la finalización de la obra iniciada, las exportaciones se enfrentan a un segundo problema: la lentitud de la Aduana mexicana en la verificación de papeles para permitir el ingreso a Estados Unidos. Durante el recorrido, entre las filas de camiones de carga pesada, desde su vehículo, un hombre grita a la reportera “el problema es la modulación, son muy lentos, nos tienen aquí horas”. Con cuatro módulos para exportaciones, dos para vehículos cargados, uno para los vacíos y el restante para unidades certificadas con CTPAT, los transportistas están desesperados por la lentitud en los cruces. Por ello, la insistencia del presidente del CCE en torno a la problemática, “la única solución de qué vamos a hacer hasta que se repare la obra, nos lo va a ofrecer la administración de la Aduana local”. Aprueban Aduana norteamericana, falta la mexicana Las buenas noticias para el sector privado vinieron de Estados Unidos. La vocera de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, (CBP, por sus siglas en inglés), Jacqueline Wasiluk informó la suspensión temporal de la reducción de tiempos extra y los descansos obligatorios a sus trabajadores. Las medidas formaban parte del recorte de presupuesto federal en la Unión Americana y estaban programadas para iniciar el pasado 1 de abril. Sin embargo, Jacqueline Wasiluk explicó que el gobierno estadounidense permitió a la CBP “una reevaluación de los descansos planeados previamente y la cancelación de horas extra, por lo que pospondrá la implementación de ambas medidas, por el momento”. En un comunicado, el presidente de la Asociación de la Industria Maquiladora, Federico Serrano Bañuelos aplaudió la medida y explicó que la suspensión temporal de los descansos obligatorios –un día por quince a sus trabajadores– minimizará el efecto negativo de dichos recortes en la economía regional. Pero el trago amargo para los empresarios fue causado por la Aduana local, en jueves y viernes Santo, se operó en horario sabatino y los efectos fueron devastadores: dos mil camiones se quedaron del lado mexicano. El cruce comercial sufrió un revés no previsto y las acusaciones se vertieron sobre el recién nombrado administrador de la Aduana en Tijuana, Alejandro González Guilbot, quien se defiende, “no fue una medida arbitraria por parte mía, solo nos ajustamos al calendario que ya existía”. Entrevistado por ZETA, González Guilbot dio a conocer que el 10 de enero, su predecesor, Luis Torres Torres difundió el calendario de operaciones para el presente año, en él se especifican jueves y viernes Santo como días de asueto. La aduana en Tijuana registra 10 mil operaciones diarias y en los últimos dos años, ha mantenido un promedio de mil 500 exportaciones al día. Su administrador se reunió con transportistas y agentes aduanales, el 2 de abril, en el Comité de Facilitación Aduanera y aseguró que el problema del corredor del área de exportación fue su mayor queja. “Convocamos a una segunda reunión con las dependencias involucradas, porque eso no le compete a la Aduana, sin embargo vamos a trabajar de la mano para resolver todas esas necesidades”, aseveró. Alejandro González Guilbot dirige a una plantilla de 400 empleados y ante las exigencias y problemáticas en el tema de exportaciones, convocó a un recorrido, el viernes 5 de abril, con representantes de las cámaras industriales, para revisar las condiciones del área de exportaciones. El presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación (Canacintra), René Romandía Tamayo ha trabajo en el tema desde hace un mes, cuando transportistas acudieron con la queja, “estaban cansados de que no se hiciera nada”, comentó. Por ello, el viernes se solicitará al administrador de la Aduana local no solamente el uso temporal de carriles exclusivos mercancía perecedera, sino la aportación económica necesaria para concluir la segunda fase de la obra. “Los 700 metros que faltan por reparar son de tierra compactada, sabemos que el peso de dos mil vehículos pesados al día no va a contribuir a mejorar el estado de la vialidad”, explicó el titular de Canacintra. Luego de la buena disposición de Alejandro González Guilbot tras la primera reunión, el sector empresarial solicitará recursos del fondo etiquetado para la mejora de los patios de aduana del SAT para que en conjunto con recursos de CESPT, SIDUE y la Secretaría de Desarrollo Económico de Tijuana, reunir la cantidad necesaria para concluir la reparación del callejón de exportaciones. La propuesta va acompañada también de una segunda cotización, a través de una empresa privada, que considera también turnos dobles y acelerantes de fraguado de concreto para concluir la obra en menor tiempo por 13.4 millones de pesos, medio millón menos del proyectado por SIDUE. Con esta propuesta, el sector empresarial espera recibir una respuesta positiva de las autoridades de los tres niveles de gobierno, de lo contrario, temen hundirse más en la “tormenta perfecta” que atraviesan. Cerrarán carriles del lado derecho de San Ysidro Las obras de remodelación de la garita de San Ysidro continúan. A partir del lunes 8 de abril, los 7 carriles del extremo derecho serán cerrados hasta el 30 de septiembre de 2013, fecha en que se terminarán de instalar las casetas dobles. Por ello, los usuarios del programa Sentri utilizarán los carriles del 11 al 15 ubicados en la parte central de la garita, mientras que las líneas reservadas para el programa Ready Lane se recorrerán a los carriles 17,18 y 19, un poco más hacia la izquierda. Por último, los autobuses cruzarán por el décimo carril, del lado derecho, el cual también podrá ser usado por usuarios Sentri. 
El resto de los automovilistas podrán cruzar solamente los 5 carriles del lado izquierdo. Este reacomodo continuará hasta el 30 de septiembre, fecha en la que se concluirá con la colocación de casetas dobles en los 24 carriles de la garita de San Ysidro. El acceso continuará siendo los mismos lados de Tijuana, ya en la garita, los carriles Sentri, Ready Lane y para autobuses serán dirigidos hacia la parte central e izquierda. Previo a estos cambios, desde el viernes 5 de abril al mediodía y hasta el lunes 8 de abril a las 8:00 horas, la garita estará operando con sus 24 puertas abiertas, 17 con casetas dobles, ya que serán reabiertos los carriles del lado derecho, del 7 al 11, los cuales habían permanecido cerrados desde noviembre de 2012. “Nunca me he parado en un Swap Meet”: González Guilbot Poco se sabía de Alejandro González Guilbot cuando fue nombrado administrador de la Aduana en Tijuana, el 19 de marzo. Su cargo anterior fue también en el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como administrador regional de evaluación en la zona noroeste. En 2011 se le acusó de extorsionar a comerciantes de swap meets en Tijuana, además de otras denuncias por participar en el contrabando de mercancía en las aduanas. “Esas acusaciones fueron producto de una difamación, nunca me he parado un swap meet, no sabía qué era hasta que leí la nota”, asegura González Guilbot. Ya que sus labores consistían en la evaluación y revisión de los procesos de las distintas dependencias del SAT en Baja California y Baja California Sur, presume no haber tenido contacto con contribuyentes, mucho menos con los mercados conocidos como swap meets. “Fue producto de una difamación por las tareas que realizaba de evaluación, había quienes se sentían molestos o afectados en sus intereses personales, pero en ningún momento he tenido que solapar a ningún empleado del SAT ni externo”. A su mando estaban 17 empleados con la misma encomienda: evaluación de procesos. Cuestionado sobre la repercusión de las acusaciones en su lugar de trabajo, afirmó “no tuve ningún proceso de investigación interno, precisamente porque mi área de influencia era revisión de todos los procesos, una especie de auditoría la SAT”. Sobre su reciente nombramiento, asegura que en las dos semanas como administrador de una aduana con 35 mil diarios en El Chaparral y Otay ya ha recorrido instalaciones y se encuentra en un periodo de reconocimiento de la zona. “Apenas tengo quince días en el puesto y tengo muchos ánimos de continuar”, reitera.
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