Había escrito con anterioridad de tener sexo durante el embarazo y que a pesar de todo lo que se dice y que nadie rebatió, éste se puede y debe de realizar hasta el último día previo al parto salvo prescripción médica. La mujer embarazada se ve y se siente sexy, se ve más bonita, sus pechos frondosos y ellas aun cuando algunas se sientan feas tienen mayor deseo sexual, aun cuando existe el mito de que no deben hacerlo frecuentemente. Por otro lado cuando existe en la pareja el deseo de que la mujer se embarace se debe seguir una especie de protocolo, de que en primer lugar deberán tener más frecuentemente relaciones sexuales, para lo cual comentaré algunas precisiones que al respecto se establecieron en varios estudios principalmente en Australia e Inglaterra. Si bien las relaciones sexuales frecuentes reducen el número de espermatozoides, éstos aumentan su calidad, porque están menos tiempo expuestos a agentes dañinos. Así lo indica un estudio científico reciente que se opone a la idea de que la abstinencia favorece el embarazo, ya que explica cómo las eyaculaciones diarias derivan en un semen mejor y por qué el sexo frecuente es beneficioso para la gestación. Obviamente que la mentalidad de otras razas como la australiana e inglesa donde hicieron esos tipos de estudios es diferente a la nuestra en cuanto al sexo con embarazadas, los mexicanos justifican la poca frecuencia sexual creyendo que perjudican al feto, otros porque no aprecian de verdad la necesidad física y emotiva de sus mujeres embarazadas como para hacerles el amor y mantenerlas felices, y unos más creyendo que al estar encima de ellas las incomodan y/o lastiman cuando hay tantas posiciones que hacen que el sexo sea tan satisfactorio como a lo que están acostumbrados. Existe una creencia bastante difundida según la cual la abstinencia sexual del hombre contribuye a lograr un embarazo, debido a que se produce una mayor acumulación de espermatozoides en sus testículos. Pero se trata de un mito, según estos estudios científicos recientes: si bien es cierto que el número de espermatozoides aumenta, también lo es que se reduce su calidad, sobre todo porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda y ha difundido que una abstinencia sexual de entre dos y siete días, siguiendo la idea de que ese plazo permite una acumulación suficiente de espermatozoides sin que su calidad se vea afectada de un modo determinante. Sin embargo, también existen especialistas y yo que creemos que la calidad de los espermatozoides aumenta con la frecuencia de las relaciones sexuales. Según la investigación australiana llegó a la conclusión de que las eyaculaciones diarias durante una semana aumentan la calidad y, por lo tanto, la fertilidad del semen, afirmando que es porque se reducen los daños y mutaciones de su ADN. Parece seguro entender que las parejas que deseen tener un bebé deberían tener relaciones sexuales todos los días durante la semana previa a la fecha de ovulación, y si quieren descansar pues que sea después de ese periodo, ya que los espermatozoides están expuestos durante menos tiempo en los testículos a moléculas potencialmente dañinas, aunque las eyaculaciones diarias durante más de una semana pueden reducir demasiado el número de espermatozoides pero insistiendo, de mejor calidad. Mantener relaciones sexuales frecuentes durante un tiempo prolongado es beneficioso para la pareja que intenta tener un hijo como durante el embarazo (aunque no necesariamente solo para eso), esto último en virtud de que el bebé en el embarazo se desarrolla de forma exitosa creciendo y sintiendo el amor de sus padres. Las relaciones sexuales frecuentes aumentan las probabilidades de lograr un embarazo y de evitar problemas como abortos espontáneos, presión alta durante la gestación e incluso la preeclampsia. Más allá de la frecuencia de las relaciones sexuales, hay que tener en cuenta otras recomendaciones para lograr el embarazo: llevar una vida sana, una buena alimentación, hacer deporte, no fumar ni beber en exceso y tratar de controlar el estrés, evitar conflictos entre otras. Como siempre agradezco a mis dos que tres lectores sus consultas y comentarios al teléfono 684-9647 o al e-mail: bautista46@hotmail.com El autor ejerce su profesión en Tijuana, B.C.