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lunes, septiembre 30, 2024
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Ensenada, paraíso del narco

Por mar, aire y tierra, el municipio de Ensenada en Baja California está convertido en  una de las principales rutas para trasegar droga de Sonora y Sinaloa rumbo a Estados Unidos. Las zonas más activas criminalmente son: Valle de la Trinidad, San Quintín, San Vicente y el Ejido Leandro Valle. Reportes del Consejo Estatal de Seguridad Pública de Baja California indican que si bien, hay presencia de Los Michoacanos y algunos contactos del Cártel Arellano Félix, la presencia criminal está dominada por los cárteles de Sinaloa (Joaquín “El Chapo” Guzmán e Ismael “El Mayo” Zambada)  y gente de Ignacio “El Nacho” Coronel, en base a las “confesiones de los detenidos”. También se registran intentos aún menores de ingreso de los narcotraficantes del cártel de Los Beltrán Leyva Solo del 11 al 18 de enero de 2013, en reconocimientos terrestres, elementos del Ejército Mexicano realizaron tres decomisos de “droga abandonada”. A 12 kilómetros al sureste de la ciudad, un vehículo Explorer con 31 paquetes de marihuana; 8 kilómetros al noroeste de San Quintín, un Ford F-250 color blanco, con 6.9 kilogramos de cristal y semilla de marihuana. Buzos, pescadores, especialistas de embarcaciones y funcionarios públicos entrevistados que conocen la zona y expresamente pidieron no revelar sus nombres, hablaron de que gente de Sonora y Sinaloa se traslada a las costas de Baja California para ejercer la piratería. Uno de los buzos entrevistados por ZETA explicó que hay pagos fuertes para la gente del mar que quiera mover droga: “De Camalú hasta La Bufadora, los pagos rondan los 20 mil pesos por viaje”. — ¿Qué tan frecuentes son esos viajes? “Unos tres por semana. La capacidad de una lancha o panga promedio es de tres a cuatro toneladas, incluso más”. — Eso es mucha droga y mucho dinero… “Sí, es mucho, lo que se mueve por ahí principalmente es marihuana”, respondió. El 23 de enero, una patrulla marítima de la Secretaría de Marina (SEMAR) había localizado, aproximadamente a 107 kilómetros al oeste de Ensenada, un paquete de presunta marihuana flotando en la mar, con un peso oficial de 28 kilogramos. El 26 de enero, a través de una denuncia ciudadana, encontraron flotando paquetes de marihuana en las inmediaciones de Punta Banda, donde confiscaron una embarcación menor y 19 paquetes con hierba verde, con un peso oficial de 228.700 kilogramos. Lo confiscado se turnó al Ministerio Público federal. Los decomisos de la SEMAR son constantes, aunque usualmente sin detenidos. El 10 de octubre de 2012, encontraron flotando en el mar, a 27 kilómetros al suroeste de Ensenada, 283 paquetes de hierba verde con características de la marihuana, con un peso de mil 768 kilos 970 gramos, además de siete bolsas con polvo blanco de fenacetina (analgésico tóxico, adulterante de la cocaína), de 23 kilos 800 gramos.   En el aire   Desde la Secretaría de la Defensa Nacional  (SEDENA) reconocen oficialmente: “El área que se encuentra a inmediaciones del poblado Valle de la Trinidad, Ensenada, Baja California, por su ubicación geográfica, representa un lugar propicio para ser utilizado para el trasiego de droga por medio de vuelos ilícitos provenientes de los estados de Sinaloa y Sonora, originando  como consecuencia el despliegue de personal militar en esta área, con el objeto de frenar el trasiego de dicho enervante y causar con esto grandes pérdidas económicas para el narcotráfico y delincuencia organizada”.   Como resultado de los operativos por tierra generados en las alertas aéreas del 4 al 25 de enero de 2013, las fuerzas armadas detectaron y destruyeron 12 pistas; tres en Mexicali y nueve en Ensenada: 4 de enero. A 35 kilómetros al sureste del Valle de la Trinidad, inhabilitaron una superficie de 350 x 6 metros. 12 de enero. A 11 kilómetros al suroeste del Valle de la Trinidad, destruyeron una pista con superficie de 600 x 5 metros. 13 de enero. A 32 kilómetros al este de San Quintín, se demolió una pista de 700 x 10 metros. 15 de enero. A 13 kilómetros al suroeste de San Vicente, inutilizaron una superficie de 600 x 8 metros. 17 de enero. A 12 kilómetros al sur del Ejido Leandro Valle, desmantelaron un área de aterrizaje con superficie de 400 x 5 metros. 19 de enero. En las inmediaciones del poblado Leandro Valle, localizaron diez  paquetes de marihuana, un tonel con gas avión, a un costado de espacio usado como pista. 21 de enero. A 6 kilómetros al sureste del Valle de la Trinidad, destruyeron pista de aterrizaje clandestina, con una superficie de 400 x 6 metros. 22 de enero. A 28 kilómetros al sur del Valle de la Trinidad, inhabilitaron una superficie de 400 x 6 metros. 25 de enero. A 34 kilómetros al sur del Valle de la Trinidad, localizaron y destruyeron una superficie de 400 x 6 metros. En Mexicali las pistas inhabilitadas estaban al suroeste del Puerto de San Felipe, al noroeste del Ejido Alberto Oviedo Mota, y al oeste del Ejido Alberto Oviedo Mota. En el primer mes del año van 12 pistas localizadas, cifra por debajo de los números registrados entre diciembre de 2006 y diciembre de 2012. El total de pistas destruidas por el Ejército fue de 2 mil 738, lo que significa 456 al  año y un promedio de 38 al mes. Los números de la SEMAR son todavía menos halagadores, y según los pescadores, se debe a que no hay siquiera una vigilancia constante de los 108 varaderos pesqueros registrados de manera formal. Mencionan que merecen especial atención: El Barril, Bahía Calamajué, Bahía Guadalupe, Punta Final, San Luis Gonzaga, San Felipe, Puertecitos, Morro Santo Domingo, El Tomatal, Punta Cono, Punta Diablo, Punta Blanca; Faro San José, Santa Catarina, Punta Canoas, Puerto San Carlos, Agua Blanca, Punta San Antonio, Punta Baja, El Rosario, Valle Tranquilo, El Socorro, Santa María; Punta Azufre, Molino Viejo, Camalú, Jaramillo, Eréndira, Santo Tomás, Arbolitos, Ensenada y Puerto Nuevo, por citar algunos.   De estrategias   La operatividad de los grupos criminales es conocida. Por aire, las maniobras de trasiego duran 10 minutos. Aterrizan, descargan, huyen por aire, mientras los pick-ups que recibieron la droga hacen lo propio por tierra. Las pistas clandestinas detectadas van de los 350 a los 600 metros, pero los pilotos del narco pueden aterrizar en áreas de hasta 150 metros de largo. El promedio de alertas aéreas por las narco-avionetas es de 3 a la semana, lo que implica el ingreso de mil 200 kilos de droga en esos tres viajes, dada la capacidad de carga. Ninguna de las naves que llevan droga aparece por períodos de más de 10 minutos en los radares, por eso resulta difícil ubicarlas. Por tierra, conforme a los reportes de inteligencia en poder de la SEDENA, algunos propietarios de terrenos y ranchos en Valle de Guadalupe operan con el crimen organizado, en algunos casos se han hecho cateos, como en las propiedades de Juan Sillas Piña y Humberto Acosta Gallegos “El Güero Leches”, pero sin detenciones, porque ninguna de las procuradurías ha emitido órdenes de aprehensión. Campesinos que se rentan por faena han relatado a ZETA su participación en plantíos del narcotráfico localizados principalmente en los valles de Ojos Negros y La Trinidad. Explican que son enganchados por los propios capataces, quienes los contratan para sembrar hortalizas, pero por el trabajo agrícola con droga les pagan 500 pesos diarios y son  reclutados por periodos que van de los 7 a los 10 días. En el mar, las zonas reconocidas por la llegada de enervantes son Bahía Asunción e Isla de Cedros, el noroeste de Punta Colonet, otras pequeñas isletas de la zona y la costa inmediata a San Quintín. Por la vía del Mar de Cortés, la droga proviene de Sonora, Sinaloa y Baja California Sur. Por el Océano Pacífico es usual que arribe en la ruta costera que inicia en Colombia y pasa por las playas de Centroamérica y de México, hasta la Península bajacaliforniana; y la profunda que circula en mares internacionales de Ecuador a Sinaloa.   Los traficantes locales   En material del tráfico terrestre y distribución para venta en narcomenudeo en Ensenada, las áreas de inteligencia del Consejo Estatal de Seguridad Pública del Baja California concentran su trabajo en el grupo del crimen organizado descubierto por el Ejército desde octubre de 2010, identificado con el caso del Rancho Alejandra, tras la captura de Sergio Poblano Castro “El Bibi” (28 de septiembre de 2010) y José Gerardo Malagón Maciel (6 de marzo de 2010). Se trata de un grupo delictivo que “por contrato” opera bajando droga por mar y tierra desde la zona de Ojos Negros, la comunidad indígena La Huerta y el Ejido de Los Héroes, para varios cárteles y las células delictivas  de diversos cárteles. Como presunta cabeza delictiva identifican a Ramón Valencia y/o Carlos Núñez y/o   Eduardo Aldama alias “El Cepillo”, a quien además atribuyen la propiedad de varios plantíos de marihuana que han sido destruidos en el valle y cañadas ensenadenses; así como la organización de células de vendedores de marihuana al menudeo. En calidad de cómplices delictivos enlistan a Rodolfo Olvera, contratista de pilotos y operador del Cártel de Sinaloa. A Ángel Almaraz “El Chino”, operador de tráfico al menudeo en la delegación Ojos Negros  y también responsable del arribo de aviones en otros municipios del estado, se le ubica además como ejecutor del tráfico de droga entre Mexicali y Tijuana, y como persona cercana a ex lugartenientes criminales del CAF. También mantienen vigilancia sombre parientes y socios comerciales como Arturo Almaraz, Juan Venegas  y Gilberto González. Algunos de ellos han sido detenidos y liberados en varias ocasiones en los últimos tres años. La investigación de inteligencia también incluye a trabajadores y propietarios de los ranchos San Pablo, El Melón y Mezquite, así como integrante de las familias Suárez, Castro y Gilbert. En la zona urbana tienen la atención puesta en Gabriel Raúl Velasco Montaño “El Ruso”,  Salvador Serrano Parra “El Chapito”, Esteban y Efraín Hernández Contreras, y José Alfredo Zepeda Flores, identificados por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado como cabezas de las 14 células de narcomenudistas Las zonas identificadas como centros del control de narcomenudeo son: Ejido Chapultepec, Lomas de San Fernando, Pórticos, Valle del Real, El Sauzal, Valle Verde, Zona Centro, San Quintín, Colonia Popular 89, Arcoiris, Fraccionamiento Mar, El Bajío, Piedras Negras, Fraccionamiento México; colonias Hidalgo, Costa Bella, Maestros, Gómez Morín, Benito Juárez, Popular 1 y Chapingo. En cuanto a los homicidios ocurridos entre octubre de 2012 y enero de 2013, las autoridades ubican como presuntos implicados al “Ruso”, quien desapareció de Ensenada después de haber sido baleado por segunda ocasión el 9 de enero, y a un par de jóvenes herederos de los presuntos narcotraficantes asesinados el 17 de septiembre de 1998 en la matanza de El Rodeo, donde 19 miembros de tres familias cercanas, fueron asesinados en un pleito por el pago de drogas: los Castro Tovar y los Flores Castro.   Denuncias ciudadanas y decomisos militares 18 de enero. Sobre la calle Sandía de la colonia Granjas Santa Cecilia de Mexicali, se localizaron dos cajas de tráiler en cuyo interior albergaban 619 paquetes de marihuana, con un peso de 3 toneladas 49.4 kilogramos. 22 de enero. En las inmediaciones del poblado El Manantial, de Tecate, se localizó un costal con cuatro armas largas, 117 cartuchos de diferentes calibres y dos cargadores. El mismo día y en el mismo municipio, sobre el Callejón Libertad del fraccionamiento Romero, se detuvo a Héctor Espinoza Ramírez en posesión de 15 dosis de cristal. En el interior de su vehículo había tres envoltorios y una bolsa de la misma sustancia, con un peso de 525.5 gramos. 23 de enero. Bajo el puente Simón Bolívar, ubicado sobre la Vía Rápida Oriente, Colonia Los Venados en la delegación La Presa de Tijuana, se detuvo al extorsionador Juan Antonio Moreno Verdín, quien se disponía a recoger 80 mil pesos que fueron dejados pos sus víctimas dentro de una caja.   Jonathan Díaz: “Yo podría aspirar a ser como el ‘Superman’ de la seguridad”   “Me preguntaban si iba a ser el ‘Batman’ como (José Carlos) Vizcarra -presidente saliente-, ya que cuando había un problema, enviaban la señal hacia el cielo y acudía en ayuda de un ciudadano. El problema con ‘Batman’ era que solo cuidaba Ciudad Gótica. A lo mejor yo podría aspirar a ser como ‘Superman’ para atender los cinco municipios”, expresó Jonathan Díaz Castro, recién electo presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública (CCSP) de Baja California.   “El problema más grande que tenemos, es que la autoridad cree que ya no hay problemas”, sostuvo el nuevo representante ciudadano, consciente de que no se puede bajar la guardia ante la delincuencia. Díaz consideró que su actuación no debe ser reactiva, lo más efectivo es crear una metodología de trabajo entre líderes ciudadanos de los cinco municipios para atender a la entidad por igual. A su decir, muchos problemas de seguridad persisten en Baja California, siendo el robo a casa habitación, el que aqueja de manera directa a la sociedad. En segundo lugar de prioridad, debe estar el combate al consumo de droga y el narcomenudeo; en ese aspecto corresponderá al CCSP  trabajar en el reforzamiento de políticas públicas de educación y salud. “En el problema de narcotráfico no se puede esperar resultados inmediatos, tenemos que preocuparnos por el consumo”, advirtió. El tercer lineamiento de su plan trabajo irá focalizado a la reducción de la corrupción policial, “un problema olvidado que persiste”, pero que en los últimos años había sido relegado ante la presencia de problemas más graves e inmediatos. Para combatir la problemática del robo a casa habitación, propone trabajar en coordinación con los departamentos de inteligencia de las policías municipales para identificar ladrones con más reportes de robo y crear una lista a la que puedan dar seguimiento puntual, hasta que se reúna la evidencia suficiente para enjuiciarlos y encarcelarlos. Para lograrlo, el titular del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública buscará el acercamiento con comités de vecinos para que denuncien, pues se ha detectado que la mayoría de los ladrones de casas habitación, viven en las mismas colonias de sus víctimas, lo que genera miedo a denunciar entre los ciudadanos. Con relación a los homicidios, Jonathan Díaz Castro precisó que la sociedad debe combatir el consumo de drogas, ya que la mayoría de las muertes en el estado se relacionan con el narcomenudeo, sin embargo, las autoridades también deben redoblar sus esfuerzos en el esclarecimiento de casos, sin importar que las presuntas víctimas sean delincuentes conocidos,  “porque si alguien mató, está violando la Ley”. El consejero ciudadano expuso que las autoridades policiales e investigadoras enfrentan el conflicto de falta de personal y equipamiento, mientras que otros sectores del gobierno gozan de presupuestos holgados. “Se me hace una aberración que al Congreso le hayan subido el presupuesto de 250 millones a 500 millones, cuando necesitamos tanto dinero en materia de seguridad pública, y no se diga en educación” manifestó. De igual manera, el director del CCSP  lamentó que no existan consejos municipales sólidos con la participación activa sus  titulares, poniendo como ejemplo el de Tijuana, encabezado por el abogado Carlos Rubio, al considerarlo “un consejo de membrete”. Por ello exhortó a los titulares de los cinco consejos, líderes empresariales y comunitarios, a sumarse a su proyecto de trabajo, enriquecerlo con sus conocimientos y trabajar en conjunto en el combate a la delincuencia. “Yo puedo hacer planes, pero si no tengo estructura de trabajo, no puedo lograr nada”, finalizó Díaz.   Tres homicidios en el puerto durante enero Señalado y confeso como uno de los dos tiradores en el homicidio de Víctor Javier Ríos Aispuro, perpetrado el jueves 24 de enero en Ensenada, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) presentó el miércoles 30 a Rafael Ernesto Quintana Cuevas, alias “El Rafa” o “El Neto”, detenido en Mexicali. El presunto homicida de 23 años de edad, habría utilizado una pistola tipo escuadra 9 milímetros con silenciador, una de las dos armas encontradas por agentes en el vehículo abandonado por los agresores, un KIA Río color azul, abandonado en la colonia Piedras Negras (distinto en color al que originalmente se había ubicado sobre Avenida Guadalupe, entre calles Primera y Segunda), con placas 5CRG686 del Estado de California. De acuerdo al director de Averiguaciones Previas de la PGJE en Ensenada, Marco Antonio Chavarría López, el otro coacusado, José Luis Guerrero Fonseca, fue capturado el 29 de enero en las inmediaciones de su domicilio, en el fraccionamiento Victoria Residencial en Mexicali, e identificado por información que obtuvieron del primer detenido. Los homicidas refieren no haber conocido anteriormente a su víctima, que fueron contratados por otra persona que sigue siendo investigada por las autoridades y cuya identidad no han sido revelada. A Quintana, quien no tiene historial penal, únicamente antecedentes administrativos en la Secretaría de Seguridad Pública de Mexicali, le habían ofrecido 2 mil 500 dólares por el asesinato. De acuerdo con el titular de Averiguaciones Previas, el joven invitó a Guerrero a participar. Se trasladaron por autobús a Ensenada el 23 de enero, llegaron y se hospedaron en el Hotel Corona, donde agentes de la PGJE localizaron algunas de sus pertenencias. El automóvil, que no cuenta con reporte de robo, les fue proporcionado en Ensenada por un tercer involucrado, al igual que las armas. Respecto a los motivos, ambos señalan que Ríos Aispuro tenía deudas con alguien, sin embargo, la autoridad dice desconocer si fue una deuda en especie o en efectivo, y de cuánto. Respecto a la pareja de ancianos asesinados y calcinados el 25 de enero en su domicilio del fraccionamiento Fovissste, Chavarría López solo mencionó que se dedicaban a la venta de joyería. Hasta el momento la única línea de investigación dentro de la PGJE es el robo, pero aún no tienen sospechosos.   Homicidio tío PDH   En el asesinato del empresario transportista Carlos Lavenant Zapata, se siguen tres líneas de investigación: entorno laboral, entorno personal y familiar. El también tío del procurador de los Derechos Humanos en Baja California, Arnulfo de León Lavenant, fue encontrado sin vida la mañana del martes 29 de enero en el interior de su domicilio, localizado en la esquina de las calles Pico de Orizaba y Volcanes, Fraccionamiento Moreno de Tijuana. Los agentes que atendieron el reporte informaron que la casa estaba revuelta y la caja fuerte violentada. La víctima fue encontrada boca abajo, con pies y manos atadas. Su rostro presentaba huellas de golpes, siendo ésta la causa de muerte, de acuerdo con el análisis forense. El asesinato fue reportado inicialmente a consecuencia de la rapacería local por su sobrino, Arnulfo de León Lavenant, quien adjudicándose atribuciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, informó a los medios de comunicación que el móvil del crimen había sido el robo al hogar de su familiar; incluso criticó públicamente la falta de resultados de la fiscalía en el combate a ese delito. Sin embargo, el subprocurador contra la Delincuencia Organizada de la PGJE, Abel Galván, sostuvo en conferencia de prensa que no se descarta que exista otro móvil en el crimen. “Sería prematuro declararlo como un robo”, expresó el fiscal especializado en casos de narcotráfico y crimen organizado, para agregar: “En ocasiones los delincuentes modifican la escena del crimen para desviar la atención”. En el lugar también se encontró una pistola calibre .380 sin cargar, la cual no fue disparada en la escena del crimen, pero se le practicarán las pruebas de balística para determinar si se utilizó con anterioridad. De acuerdo al titular de la Subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada, el asesinato está siendo investigado por la fiscalía a su cargo y no por el departamento de Robos u Homicidios, argumentando que ellos indagan todos los casos de decesos en el estado, y en particular, este hecho no involucra a la criminalidad organizada. Hasta el momento no se descarta que el victimario sea una persona conocida por el finado empresario de 70 años de edad, propietario de diez permisos de operación de taxis libres que rentaba a una cantidad aún no determinada de choferes. Alrededor de 40 personas de su entorno laboral han sido entrevistadas hasta el momento, sin establecer si alguna de ellas estuvo involucrada en el homicidio. Por último, Abel Galván declaró que se busca identificar a los agresores a través de videos grabados por cámaras de seguridad de empresas cercanas y, tres días después del homicidio, los videos aún estaban “siendo examinados”.  

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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