Casi un misterio es para lo mexicanos, conocer el paradero de los ex presidentes del país, sobre todo los priistas. Pero hay uno que cerca de aquí gasta sus días: Luis Echeverría Álvarez, quien por cierto, ayer jueves 17 de enero cumplió 91 años. En una residencial y exclusiva zona de Beverly Hills, California, sobre el Paseo de las Estrellas, a unas dos horas y media de Tijuana, el ex mandatario nacional festeja sus últimos años. Viejo, con dificultades para caminar y quien sabe con cuántos y cuáles recuerdos, a Don Luis Echeverría de poco le sirve el Rolls-Royce que estaciona frente su condominio y que es de su propiedad. Allá, rodeado de ancianos millonarios y quisquillosos vecinos, vive las últimas memorias que no hace mucho tiempo libró la cárcel -ha de saber por cuál truco legal-, culpado por la brutalidad del Estado en el 68, así como las desapariciones y muertes de la “guerra sucia”. Feliz cumpleaños.