Decir que un recinto se engalana con la presencia de alguien, no es frase gratuita y Paté de Fuá se lleva el ejemplo. El Centro Cultural Tijuana (CECUT) y el marco de su aniversario número 30 pusieron el contexto, la demanda corrió por parte de la gente que en una hora agotó las entradas y la música se ejecutó por el sexteto, para beneplácito de una Sala de Espectáculos abarrotada. Eran Yayo González (voz), Guillermo Perata (banjo y trompeta), Jorge Molina (Contrabajo), Alexis Ruiz (vibráfono), Víctor Madariaga (acordeón y bandoneón) y Rodrigo Barbosa (batería), dispuestos a dejar su alegría en el entablado y crear conexión con un público que apenas visitaban por tercera vez, pero que llevan en la mente: “Siempre le hemos tenido muchísimo cariño a Tijuana porque nos ha recibido muy bien su público, eso para iniciar, después está que Tijuana representa un lugar muy peculiar de la República Mexicana. Es un espacio con muchísima vanguardia artística, con mucha sensibilidad al arte, y eso hace que para nosotros sea un placer venir. Siempre estamos pendientes y con mucho intercambio al menos en redes sociales y plataforma digital, porque ha sido una de las ciudades que más nos piden. Tijuana es un lugar realmente maravilloso, con una personalidad única y ambiente increíble”, expresó en entrevista con ZETA el líder de Paté de Fuá. Con la sonrisa de un regreso que además de hacerse como solicitud del CECUT, se logró por un sondeo nacional, los sonidos del tango porteño con leves sonsonetes de tradición mexicana, la candencia del jazz y bailes populares de la región Toscana, complementaron piezas como “El Fantasma Enamorado” y “Muñeca”. El espectáculo apenas comenzaba y la fiesta estaba por darse, “Boquita Pintada” (2011) ofrecería parte de su repertorio, como también lo hicieran “El Tren de la Alegría” (2009) y “Música Moderna” (2007). “El Vals de Circo”, “Paloma Cruel”, “Viejo Puerto” y “El Soñador”, seguirían como pago a la ausencia en la ciudad que los trajo de regreso viviendo una nueva etapa. “‘Boquita Pintada’ salió a finales del año pasado y nos ha dado muchas alegrías. Nos ha permitido presentarnos en muchos lugares en México e internacionalmente también. Nos llega en un momento creo yo, donde cada vez tenemos más madurez artística, un tercer disco es significativo de alguna manera, afianza mucho el sonido de los artistas y es nuestro caso. Tiene un sonido más profundo con todo nuestro estilo, pero muchísima más madurez. Se ha vendido muy bien y ha llegado hasta la India”, indicó el director y vocalista del proyecto. Unen la tradición con lo moderno para remar contra marea Siete años de andar en el música como Paté de Fuá, pero entre quince y veinte de carrera instrumental, avalan a los miembros del grupo que ha llegado a ser parte del festival Vive Latino en tres ocasiones y llenado el Teatro Metropólitan sin más ayuda que la propia. Por eso dicen estar satisfechos de sus logros, e incluso de los lapsos en que las cosas no han fluido tan bien. Aman su profesión pero siguen sin saber definirla a detalle, son los pros y contras que los caracterizan y usan a su favor desde que comenzaron, como quien ve en lo extraño la fascinación. No se definen ni limitan, se crean conforme a la marcha, siempre incluyendo en sus mezclas “las perlitas de historia musical de géneros o artistas que realmente no son tan escuchados, que son un poco olvidados, que son artistas o géneros de desuso fuera de todas las corrientes actuales, mucho más de las comerciales, por supuesto”, expuso Yayo González. 
Así es como Carlos Gardel, Antonio Tormo, Celia Gámez, Enrique Rodríguez, Renato Carosone, Chales Trenet y Emile Vacher, por citar a algunos, alimentan las influencias y bases musicales sobre las que Paté de Fuá construye un sonido propio que ha ido contra marea. Sobre este aspecto, Yayo comentó: “Nos ha costado y nos sigue costando figurar, más con la gente de industria que con la gente misma. Realmente Paté ha tenido suerte de tener mucha aceptación en todos lados donde vamos, pero ha sido un suceso a la inversa porque comúnmente los artistas estamos acostumbrados a que primero se promocione y luego recibamos la repercusión de la gente, y no, que no se olvide que nosotros nos hemos hecho relativamente famosos por el mismo público y por nuestros medios”. Conscientes que la parte difícil de su carrera ha sido compaginar ideas con los empresarios que buscan minimizar los riesgos de pérdidas, y que los ven a ellos como un peligro mayor por salirse de los parámetros, Paté de Fuá ha tenido a su favor el apoyo de instituciones como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), que ha equilibrado la balanza para que puedan tener una estructura sólida que les permita viajar por el mundo, gracias al trabajo que les ofrecen en otros países. El eterno retorno a México Lugares de Sudamérica y Europa son una constante actual para el grupo fundado por dos argentinos y completado con cuatro mexicanos. No obstante, más allá del lugar de nacimiento de cada uno, la tierra azteca tiene el rol de hogar para todos, haciéndolos volver a su gente y cariño. “Este país me ha dado todo y estamos ligados a sus repercusiones sociales, me siento tan mexicano como argentino. México definitivamente es mi casa. Uno está en un entorno social a veces muy complicado, con bemoles muy sostenidos, pero el país no deja de tener un patrimonio impresionante, que es su gente”, reconoció a ZETA Yayo González, quien lleva diez años residiendo en el país que nunca ha dejado de comparar con su natal Argentina, mucho menos ahora: “México también tiene el yugo y arrastra la cruz de ser un país latinoamericano como pasa en mi tierra. Su realidad socio-política es extremadamente complicada, tristemente es el rol que nos toca vivir hoy en día en el escenario mundial, pero siempre esperando que ojalá cambie, por eso hay que recordar lo bueno y a su gente”. Recientemente Paté de Fuá viajó a Nueva York para cumplir con una fecha, pero Italia será su sede por lo que queda del mes y en octubre llegarán a Inglaterra, mientras que el público de Estados Unidos podrá escucharlos en vivo en septiembre.
Publicidad
