Para cerrar el cuadro de los encarrerados, faltan (no por ser los únicos) los panistas Óscar Vega Marín y Francisco “Kiko” Vega, tocayos de apellido y de aspiraciones. Ambos ansían ser el próximo candidato del PAN a la gubernatura de Baja California y, con mucha suerte, aquél que dé continuidad a las labores de José Guadalupe Osuna Millán. El mismo que, por cierto, no tiene ojos para nadie más que para su pupilo, el diputado Máximo García, a quien tiene a sus pies todo lo que él quiere, incluyendo billete y personal del Estado.