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lunes, septiembre 9, 2024
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“El mosaico es como la pintura”: Aída Valencia

“Mi expresión es a través de las piedras”, expresó a ZETA la artista visual, quien expone la individual “Lo Invisible de lo Visible”

Entrar al taller de Aída Valencia es encontrarse no con botes o cubetas de pintura líquida, sino con pequeñas piezas cortadas de mármol, piedra, vidrio emplomado y vidrio bizantino de más de 10 mil colores, materiales que la artista del mosaico emplea para crear sus obras.

Se trata de la pionera del arte musivo en Tijuana, que por estos días celebra tres décadas de haber incursionado en el mosaico con la individual Lo Invisible de lo Visible, que se exhibe en la Galería del Instituto de Servicios Culturales (antes ICBC) de la Secretaría de Cultura de Baja California.

Mientras muestra al reportero catálogos de sus reconocidas series y exposiciones como “Sueños y Raíces” (2010), “Motus” (2011), “Atrapada” (2013), “Objeto, Concepto y Trayectoria” (2016), “Fragmentación I” (2018) y “Fragmentación II” (2019), confiesa también algunos detalles de su reconocida trayectoria como precursora del arte del mosaico en México.

 

DEL MOSAICO DECORATIVO AL MOSAICO ARTÍSTICO

Hija de Manuel Valencia y Ofelia González, Aída Valencia es tijuanense nacida el 19 de septiembre de 1957. Estudia Biología en la Universidad Autónoma de Guadalajara entre 1975 y 1979, aunque pronto se involucra en el mosaico decorativo.

“Trabajé por mucho tiempo como bióloga en Ciudad de México y en el Estado de Michoacán, no fue mi fuerte y decidí salirme de ese entorno”, reconoce para empezar en la entrevista para ZETA.

En la década de los 80, incursiona en la venta de arte popular mexicano, principal antecedente como artista visual:

“Yo me dedicaba a vender y comprar arte popular mexicano. Cuando empecé a trabajar en el arte popular mexicano, empecé a conocer a muchos artistas, grandes maestros del arte popular mexicano, duré 10 años trabajando en eso y a través de esa experiencia regresé a volver a interesarme por el color y por el dibujo, más bien por dibujar. Me dediqué a promover el arte popular mexicano y lo promovía en muchas partes del mundo, vendía en Europa, Nueva York, Estados Unidos, México, Tijuana. Fui vendedora de ideas”.

Tras sufrir un accidente hacia 1990, vuelve a Tijuana, para posteriormente incursionar en el mosaico artístico:

“Tuve un accidente automovilístico en 1990, después de 10 años de estar trabajando para los artesanos. De bióloga salgo de Ciudad de México, duré cinco años trabajando como bióloga, me regreso a Guadalajara y empiezo el negocio de las artesanías y duré más de 10 años haciendo eso, cuando de repente choco y se para el tiempo. Choqué en 1990 en el Estado de Puebla, entre Izúcar de Matamoros y Morelos. De ahí, al hospital a terapia intensiva, duré cinco años para regresar a la vida común. Regresé a Tijuana porque me dejaron salir, vine a Tijuana y de aquí me mandaron a Estados Unidos porque todavía no podía yo caminar, todavía no me podía parar. En el tiempo que estuve acostada tuve oportunidad de ver mucha gente que estaba trabajando cosas con el mosaico y de ahí nace mi interés por el mosaico”.

Reconoce que inicia trabajando mosaico para interiores, también conocido como mosaico urbano o decorativo: “Realmente hacía mosaico urbano para las casas, las cocinas, los pisos, en aquel tiempo”.

¿Cómo fue la transición de trabajar el mosaico urbano o decorativo a crear un mosaico artístico?

“Yo siempre he tenido la inquietud de hacer de mi trabajo algo que exprese lo que yo quiero decir, lo que yo opino. Cuando empecé con el mosaico urbano, para mí era muy plano, no me decía nada, no me llenaba para nada. Entonces empecé a hacer mis propios dibujos y empecé a hacer dos dimensiones y tres dimensiones; así empiezo a crear lo que le llamamos en un momento dado, Giulio Menossi y yo, mosaico dinámico, porque era un trabajo creativo, artístico que dejaba de ser decorativo”.

 

SUS MAESTROS DEL MOSAICO

Aunque en la década de los 90 incursiona en el mosaico y después, en la siguiente década, presenta sus primeras exposiciones en Tijuana y San Diego. Entre 2016 y 2018 estudia en Italia, con diversos maestros del arte musivo.

¿A quién reconoce Usted como su maestro o maestros?

“Estuve entre 2016 y 2018, en Udine, en Ravenna y en Venecia; de ahí estudié en Arizona, Miami y Nueva York diferentes técnicas para consolidar lo que yo quería hacer. Mi mentor es Giulio Menossi, de Udine; con él encontré una compatibilidad muy particular. Hicimos un clic, estudié con él por muchos años, inclusive actualmente participo con él en diferentes situaciones alrededor del mundo. Aprendí que el mosaico es como pintar, la mezcla de colores y texturas reflejan un movimiento que no tenía cuando inicié, ya que al trabajar con cerámica siempre sentía que los colores no podían realizar sombras ni movimiento. Y con Giulio Menossi me introduje al mosaico bizantino o esmalto de vidrio, donde la cantidad de colores es infinita y hay manera de realizar degradaciones, sombras y mucho más de lo que podría imaginar.

“También estudié en Ravenna, Italia, con Lucianna Notturni; ella fue inclusive mi primera maestra. Con ella aprendí las técnicas ancestrales del mosaico romano, ella es una artista contemporánea y me interesó mucho aprender primero el trabajo con mármoles y técnicas ancestrales de doble reverso. Esta técnica se trabaja sobre una cama de cal húmeda el dibujo, en esta cal uno pasa el dibujo con papel especial calcante y poco a poco vas elaborando tu trabajo, al final, con cola de conejo y gaza lo cubres y lo levantas de esa pasta y limpias el mármol para después instalarlo en cementos. También estudié escultura en Venecia, en el Taller de Orsoni con Antonella Gallenda, ahí aprendí a moldear y preparar estructuras de tres dimensionales para después cubrir con mosaico. Ahí también aprendí a usar los martillos y cinceles que utilizo para cortar mis piedras”.

 

EL RESURGIMIENTO DEL MOSAICO

Aída Valencia es la artista visual a la que hay que recurrir para adentrarse en el arte musivo en Tijuana y México. Su obra se ha exhibido en Estados Unidos, México y Europa. Es artífice del Primer Simposio de Mosaico en México que se realizó en 2023 en Playas de Rosarito.

“En realidad, el mosaico tiene un resurgimiento muy fuerte. En la era bizantina los mosaicos eran reproducciones totales de los pintores más famosos de la era, de todos, desde Miguel Ángel. De todos los pintores hay reproducciones en mosaico. Y el mosaico bizantino en eso se caracterizaba, era artesanal. Lo puedes ver en todas las iglesias, en el teatro de la Ciudad de México, en Pemex, lo puedes ver en muchas partes de México en una reproducción pictórica.

“Ahorita, el mosaico viene como arte contemporáneo, como una de las artes que fue muy importante en unos siglos y ahorita se retoma, pero ya a un nivel de arte no ligado a los pintores, sino al corazón de la gente que se dedica al mosaico, al corazón del mosaicista, de la gente que representa o que, como yo, mi medio para expresarme es el mosaico”.

¿Qué es el mosaico para Aída Valencia?

“El mosaico tiene la habilidad de representar la vida en dimensiones; en dos dimensiones, tres dimensiones y de muchos materiales que tú puedes intercalar, mover y entretejer para hacer una obra. El mosaico o el arte musivo es muy importante porque ahorita que está regresando como en una de las disciplinas ancestrales que está empezando a tener importancia en el arte contemporáneo, se ve como algo que está floreciendo, pero no en un área plana ni de lo bizantino, sino que está como saliendo de las paredes, del concepto de lo plano, de lo que no tenía vida, de lo que se veía, pero pues no te decía nada. Ahorita el mosaico sale de las paredes, sale del contexto y se entrelaza con muchas cosas”.

 

CÓMO CREAR UN MOSAICO

En su taller, localizado en la colonia América de Tijuana, a dos cuadras del Bulevar Agua Caliente, la artista ha realizado exposiciones y conserva una diversidad de materiales, sobre todo piedra, mármol, vidrio bizantino, vidrio emplomado y toda suerte de objetos orgánicos e inorgánicos para crear un mosaico.

¿Cómo es el proceso de creación de un mosaico para Aída Valencia?

“Normalmente, cuando empiezo con las series, empiezo con todos mis escritos, con todas mis ideas. Empiezo primero con las estructuras metálicas. Primero hago todo el balance, la estructura y luego la talla. Al último ya empezamos con el mosaico y ahí el mosaico sí tiene la flexibilidad de cambiar de color, de texturas, porque ahí sí va uno integrando los colores, integrando el movimiento, cómo quieres que se vea, cómo lo estás viendo. Entonces, realmente el movimiento del mosaico no está dibujado en una hoja, ése así va a medida que va el proceso de armar toda la pieza”.

¿Con qué pega los materiales como vidrio bizantino, mármol, piedra…?

“Con mortar, con producto cementoso, sustrato cementoso. Puede uno usar goma, Resistol, pero cuando uno usa Resistol blanco, las piezas son para interiores; cuando es para exterior, todo tiene que ser con cemento”.

¿Por qué el mosaico tiene que fluir como si fuese una pintura?

“El mosaico es como la pintura. Cuando tú ves un cuadro, necesitas tanto en mosaico como en pintura que fluya el color, que fluya el movimiento de las piezas, que sea coherente, porque si no es coherente, si no fluye, vas a ver cosas que están atravesadas y a tu visión se le va a cortar el movimiento; entonces, en lugar de ver una pieza que fluye y se mueve, vas a ver las piezas como cortadas. El mosaico tiene una estructura que se llama andamento, o sea, es un movimiento estructurado del mosaico. El andamento puede ser de muchos materiales, de piezas grandes, piezas chicas… la cosa es que tenga el movimiento correcto para que no sea vea cortado”.

 

LO INVISIBLE DE LO VISIBLE

La exposición más reciente de Aída Valencia se titula Lo Invisible de lo Visible, inaugurada el 11 de julio en la Galería del Instituto de Servicios Culturales de Baja California, donde exhibe 16 piezas relacionadas con células, como una forma de proponer volver a los orígenes de la vida.

Para empezar, reconoce que todas las piezas, salvo el “Autorretrato” que da la bienvenida a la Galería que data de 2013, todas las piezas son creadas durante y después de la pandemia por COVID-19: “La pandemia me regresó al mundo de la biología, a la vida celular. Entonces, esta pandemia vino a reforzar ese pensamiento de ‘Polvo eres y en polvo te convertirás’. O sea, eres un ser celular, finalmente nos sentimos tan frágiles, estábamos viviendo hasta en pánico porque nos sentimos indefensos”.

¿Por qué es importante volver al origen de la vida, tal como propone Usted en la serie de mosaico Lo Invisible de lo Visible?

“Porque es importante para nosotros volver a tomar conciencia de que la humanidad está hecha de células. La humanidad es algo que se origina de las células. El origen de la vida es celular, de ahí parte el mundo, de ahí partimos todos. La deshumanización nos está creando un mundo que nos lo estamos acabando, estamos acabando con lo que nos da la vida. Entonces, es muy importante que nos demos cuenta que nuestro origen no es el dinero, no es la farándula. Tenemos que irnos para atrás, somos humanos, estamos en esta vida por poco tiempo y necesitamos regresarnos para que no nos creamos como omnipotentes, no nos creamos invencibles, porque un virus cualquiera nos va a matar”.

¿Por qué en sus mosaicos de la serie Lo Invisible de lo Visible utiliza materiales como vidrio, mármol, piedra, conchas, madera, metal, hasta plástico y tela?

“Porque las conchas, las piedras, la corteza, todo es parte de esta vida terrenal y el plástico es ya parte de nuestra vida contemporánea, por eso lo incluyo, porque el plástico está acabando con nuestra vida y nosotros lo inventamos, pero nunca pudimos regularlo. Muchas piezas son fósiles de tierra, pero en realidad el principio de todo es la tierra, la parte de arriba (de la obra “El principio de todo”) representa las células, y todo lo que es de cobre, el crecimiento de la vida terrenal”.

¿Por qué es importante el volumen en un mosaico?

“Al mosaico necesito verlo como que se sale, como que lo puedes ver en diferentes ángulos, en diferentes movimientos. En realidad, mi obra sí es de dos dimensiones o de tres dimensiones, casi todo; es muy difícil para mí hacerlo todo plano. La pieza ‘Intercambio’, habla de los arrecifes del mar. El arrecife está teniendo una afectación muy fuerte en todas partes del mundo, se está blanqueando. El arrecife es el pulmón del mar, es el que maneja todo el oxígeno y lo estamos afectando de tal manera que está perdiendo su color, se está muriendo, lo estamos matando. Y cómo no representarlo, cómo no representar que lo estamos matando”.

 

“MI EXPRESIÓN ES A TRAVÉS DE LAS PIEDRAS”

Han transcurrido tres décadas desde que Aída Valencia incursiona en el arte del mosaico en Tijuana. De hecho, es precursora en la ciudad fronteriza tanto como en el país. Tras sus diversas series de arte del mosaico y luego de haber promovido el Primer Simposio de Mosaico en México realizado en 2023 en Playas de Rosarito, se le cuestiona finalmente:

¿En qué momento de su trayectoria considera que se encuentra?

“Pues en un tiempo muy bello. Son 30 años de mi trabajo. Estoy viendo no frutos, sino gente interesada por el trabajo. Estoy viendo que todo lo que he trabajado por muchos años es ahorita apreciado, la gente se interesa por el trabajo y sobre todo la gente empieza un movimiento de mosaico en México. Me gustaría ser precursora, por eso traje el Simposio Internacional de Mosaico, para que empezara la gente a emocionarse de cómo poder hacer obra contemporánea con el mosaico. Entonces, me encuentro en un momento, pues muy bueno, creo yo; me siento contenta por estos 30 años”.

Finalmente, ¿cómo se visualiza en el movimiento de las artes en Baja California de esta época desde su aportación del arte musivo?

“Soy artista visual, igual que todos, solamente que mi medio de expresión es el mosaico, soy artista visual como todos los artistas de aquí de Baja California, todos nos conocemos desde hace muchos años. Yo lo único que tengo de diferencia es que mi expresión es a través de las piedras, del mosaico y del arte musivo que es el arte del mosaico”.

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Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Estudió Comunicación en UABC Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en Baja California en la categoría de Periodismo Cultural. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”. Periodista cultural en Semanario ZETA de 2004 a la fecha.
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