Mientras unos se quejan de la vida y sus problemas, yo sigo aquí, sentado en un sofá que cuesta 50 mil pesos, con un sistema de aire acondicionado a 17° que cuesta 15 mil pesotes, ¡más fresco no podría estar! Y viendo una película en una televisión 4K, de 80″ que cuesta más de 80 mil pesos. ¡Y créanme que nada me incomoda! Ni siquiera los pegajosos vendedores de COPPEL que ya me ven bien gacho, como queriendo que me largue de la tienda… ¡pero neeel, no me salgo! Allá afuera está el calor de la fregada.
Autor: Un cliente conchudo.
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En los tacos
Una orden de tacos con todo, pero con salsa de la que no pica, ¿eh?
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Claro que sí joven, ¿en plato de cartón normal o con las princesas de Disney?
Autor: Un lector decepcionado de sí mismo, a las 2 de la mañana.
Hospital gallego
En el hospital gallego, una madre le pregunta al médico:
– Doctor, ¿cree usted que mi hijo perderá el ojo?
El médico responde:
– Si lo pierde, es porque le da la gana. Yo se lo envolví en un pañuelo.
Autor: Un oftalmólogo muy insensible.
Exuberante rubia en avioneta
Esta es la historia de una exuberante rubia que volaba en una avioneta, sentada junto al piloto. Éste, tiene un ataque al corazón y muere.
La rubia toma la radio y hace una llamada de auxilio:
– ¡May Day! ¡May Day! ¡El piloto tuvo un ataque al corazón y está muerto! ¡Por favor, ayúdenme!
Enseguida una calmada voz se oye en la radio:
– ¡Este es el Controlador de Tráfico Aéreo, la escucho fuerte y claro! Yo la guiaré y le ayudaré a regresar a tierra.
Ahora, respire profundo… sólo necesito que me dé su altura y posición.
Ella le contesta:
– ¡Mido 1.72 y estoy sentada!
– ¡Okey! Entonces, repita conmigo: Padre Nuestro… que estás en el Cielo…
Autor: Anónimo de algún aeropuerto.
El hijo del cirujano
Un hombre está en la mesa de operaciones, previo a ser operado por su propio hijo, el cirujano.
El padre dice:
– Hijo, hazlo sin ningún tipo de presión… con tranquilidad… y todo saldrá bien… Piensa únicamente en que si algo me pasa, tu madre se irá a vivir contigo.
Autor: Madre enfermera.
Borrachales
Entra un borracho a la estación de policía y dice:
– ¿Podría ver al que robó en mi casa ayer?
– ¿Y para qué lo quiere ver?
– Para saber cómo entró sin despertar a mi mujer.
* * *
Iba un tipo bien ebrio por la calle y se encuentra con un policía. El borracho le pregunta al policía:
– ¿Cuántos moretones tengo en la cara?
– Cuatro, responde el policía.
– Entonces me faltan tres postes para llegar a casa.
Autor: Ebrio y norteado.
Consulta médica
Va un viejito a la consulta del médico y le dice:
– Mire doctor, tengo una novia jovencita y me quiero casar, pero yo, cuando voy por el 1ro, voy bien. Cuando voy por el 2do empiezo a fatigarme. En el 3ro me dan calambres y escalofríos, y en el 4to me desplomo.
Le pregunta el Doctor asombrado:
– Pero usted, ¿qué edad tiene?”
– Pues 87 años.
– Y a su edad, ¿qué más quiere?
– ¡Pues llegar al quinto piso, que es donde vive ella!
Autor: Residente de un penthouse.
Caballero
Estaba en un café y de pronto se me acercó un caballero y me dijo:
– Señorita, ¿puedo pagarle cuenta?
Entonces aproveché la oferta y saqué de mi bolsa los recibos de la luz, el agua y el cable.
Autor: Lagartona.
Honestamente…
– Amor, dime que nunca me vas a olvidar.
Pues, honestamente ni que fueras mi contraseña de Facebook.
Autor: Usuario de Instagram.
Trifulca en un hotel
La esposa llama molesta y desesperada a la recepción del hotel:
-¡Por favor, vengan rápido a la habitación 114, estoy teniendo un tremendo pleitazo con mi marido y quiere saltar por la ventana!
– Disculpe señora, pero eso es un asunto personal…
-Sí, joven, pero el verdadero lío es que la ventana no se abre, eso es un problema de mantenimiento, ¡y les toca a ustedes resolverlo cuanto antes!
Autor: Anónimo del 911.
Descripción del novio perfecto
-Tengo un novio como Thor.
-¿Es rubio, alto y musculoso?
-No.
-¿Es muy guapo?
-Para nada.
-¿Es un dios?
-¿Cómo crees? ¡Claro que no!
-¿Entonces, por qué dices que es como Thor?
-Porque no suelta su martillo. Es carpintero.
Autor: Arquitecto envidioso.
El curioso móvil del robo
Un hombre de 70 años de edad, llamado John Ripple, recibió libertad condicional, el martes en Kansas City, después de haber robado un banco.
Resulta que el juez le disculpó cuando el acusado confesó su delito y explicó que su móvil era ¡EN ZERIO! utilizar el dinero ajeno para poder distanciarse de su esposa. Además explicó que se sentía deprimido.
En septiembre, Ripple acudió al Bank of Labor, a una cuadra de la estación de la policía, y le entregó una nota al cajero exigiéndole el botín y aclarándole que cargaba una pistola. Después de recibir el efectivo, Ripple simplemente esperó a que las autoridades lo arrestaran ahí mismo, en el lugar del atraco.
Para colmo, Ripple escribió la nota enfrente de su esposa, a quien le dijo que preferiría estar en la cárcel que con ella. Qué tal.
