Entre las casas de la colonia ubicada al costado del Bulevar Cuauhtémoc Sur atraviesa el cauce de un arroyo que alguna vez fue natural; hoy, incluso sin lluvia, hay corriente de agua de manera permanente. El flujo es alimentado por el drenaje de fábricas asentadas en la zona y por personas que vierten desechos sanitarios al arroyo, según denuncian vecinos afectados.
Además del fétido olor que emana, los habitantes comentan que hay hierbas y escombros que apresan el agua, provocando la anidación y reproducción de gran cantidad de mosquitos de los que difícilmente se pueden deshacer, pues el criadero se extiende a lo largo del cauce.
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A simple vista se pueden apreciar los residuos que corren en el agua y se acumulan entre el lodo y plantas del flujo que pasa por detrás de algunas casas y atraviesa otras, hasta llegar al Río Tijuana.
El ciudadano Cristóbal del Río, vecino de la colonia, agrega que además del problema descrito, la mayoría de los postes de luz de la calle principal se encuentran inclinados, algunos sobre viviendas o situados en lugares donde no deberían estar.
La falta de atención de dichos postes, aunado al material combustible que habitantes mantienen en sus azoteas, la estrechez de las calles y la falta de hidrantes, crean un escenario desfavorable para actuar en caso de un accidente, asegura el señor Del Río.
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Consultado al respecto, el superintendente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Luis Torres, dijo desconocer la problemática, y solicitó tener contacto con los vecinos quejosos para levantar oficialmente un reporte y acudir a inspeccionar el área.
