La alimentación de los bureles implica una dieta rica en proteínas y energía para promover su crecimiento y desarrollo. Respecto a su entorno, los toros bravos deben de ser criados en un ambiente que les permita moverse libremente y desarrollar sus habilidades naturales, y finalmente cuando han sido certificados y registrados por las autoridades competentes, esto se hace para garantizar su autenticidad y calidad.