El 2 de junio, acudamos a votar. Ojalá que las urnas se llenen con 60 millones de sufragios. Ya que se gastaron miles de millones de pesos aportados por los que pagamos impuestos, más los entregados por la iniciativa privada, disfrutemos votando por quienes nos convencieron con sus acciones pasadas y sus conductas actuales.
Como si las alcaldías tuvieran suficiente capital para realizar vialidades, puentes, obras que facilitaran los traslados; por lo pronto el gobierno estatal está construyendo algunas obras que en la Zona Este ayudarán bastante, en especial desde la tercera sección del Río Tijuana.
En esta encarnizada lucha por ocupar uno de los veinte mil y pico de puestos de elección por voto, para la presidencia hay dos mujeres que la disputan.
Todos los martes por la tarde hay clases gratuitas de música para los niños migrantes, refugiados y colonos de la zona norte de la ciudad de Tijuana en el centro de atención Salesiano, frente al panteón uno.
Parecería que son suficientes los lugares que se ofrecen a los candidatos a puestos públicos. Muchos que todo se creen, pronto buscaron en sus historias personales, información para enamorar a los posibles electores. El problema es que los “huesos” no alcanzan para todos y el 2 de junio habrá muchos decepcionados.
Seguridad es el tema dos, de siete. Y los obispos expresan que “sabemos que la construcción de paz requiere…de todos los órdenes de gobierno, sociedad civil, comunidades locales, el sector privado, medios de comunicación, universidades, iglesias, así como fuerzas de paz cuando esto sea necesario”.
Hace unos días en Baja California se produjo una mediática campaña social, mucho más ruidosa que la desatada por la alcaldesa Monserrat (sin “t” intermedia) cuando declaró que “Tijuana era un Mazapán”.
Vamos evolucionando en la democracia. En Baja California desde 1989 ha gobernado prácticamente el Partido Acción Nacional; en la Ciudad de México, el Partido de la Revolución Democrática y Morena. Aunque en 2021 la oposición PRI-PAN-PRD ganó 10 de 16 alcaldías de la hoy Ciudad de México.
Diariamente las familias mexicanas dedicamos tiempo para hablar de la inseguridad que campea en nuestra patria. Las autoridades dicen que todo está bien, pues la delincuencia está siendo abatida.