Decía el Doctor Juan Miguel Alcántara Soria: no hay que confundir soberbia con una franca postura altanera, con la petulancia. La reflexión y advertencia de Juan Miguel en aquella charla, a grosso modo la hacía consistir en que, para que haya conducta soberbia, el así calificado debe tener y/o cultivar algún talento, habilidad o incluso un don.