Fue así que México quedó estancado de 1982 a 1988 (bajo De la Madrid y estando su gobierno en deuda no le quedó más remedio que entrarle al neoliberalismo y vender y deshacerse de las empresas paraestatales), excepto las vacas lecheras de Pemex y CFE a las que los políticos -hasta la fecha- siguen saqueando y ordeñando.