El hombre no se permite fallar (aunque sufra internamente); hay mucha autoexigencia y perfeccionismo en torno a las relaciones sexuales. Y hay mujeres que creen en ocasiones que si el hombre no está totalmente excitado es por culpa de ellas, con lo que aumenta esa autoexigencia para satisfacerlas.
Saber o sentirse enamorados es la base para tratar de salvar su matrimonio y que la vida que llevan no sea lo que hace que se manifiestan los problemas, como pueden ser los hijos o el trabajo, porque entonces se convierten en una prioridad y el amor pasa a segundo término.