Familiares, amigos, periodistas y la comunidad universitaria participaron en la primera de tres misas en las que fue celebrada la vida de la periodista Ana Velia Guzmán, que perdió la batalla contra el cáncer el pasado 30 de septiembre en Tijuana.
Es sorprendente cómo en las catedrales y templos de enormes ciudades, las personas, mendigos de Dios, necesitadas de lo sobrenatural, se postran siquiera unos minutos para entrar en sí mismas, descansar, cerrar los ojos, y abrir el corazón con sus necesidades mentales, espirituales, afectivas y materiales.