Jamás pensé que algún día, escritorio de por medio y en mi oficina, estaría Carlos Fuentes. La suya no fue una visita programada. Afortunadamente empezó al atardecer y terminó amaneciendo. En el inter fue muy cortés, no hablando mientras yo escribía y terminaba la edición del diario que dirigía. Leyendo no recuerdo qué, guardó silencio […]