Tomando una postura servil a quien le deben su cargo, integrantes del Pleno del ITAIP no tienen problema en proteger los intereses de Amador Rodríguez Lozano y de cualquiera de los que participaron en colocarlos en su posición, a la cual llegaron por recomendaciones políticas y no por su capacidad, pues -como es sabido- los tres consejeros se ubicaron entre los peores evaluados en los exámenes de conocimientos previos a su designación