En México, los pueblos indígenas y originarios son portadores de identidades y cosmovisiones, por su cultura e historia que se constituyen como el cimiento de la nacionalidad mexicana multicultural. Un rasgo frecuente en los pueblos indígenas, es la vinculación de estos con la marginación; el país tiene una deuda social que se manifiesta con años de lucha contra la pobreza, la discriminación y la desigualdad, por lo que es hora de que se reconozca esta y se comience a transitar hacia una situación de inclusión y reconocimiento de sus derechos.