Jaime Bonilla ya cayó en los vicios del pasado. O desde hace tiempo. Proclive a la vanagloria y la zalamería, dejará a los suyos ensalzados para la posteridad, como próceres del Estado, estampando su apellido en instituciones oficiales. Así como tenemos una colonia Xicoténcatl Leyva Alemán en Tijuana, dedicada al padre del ex gobernador priista Xicoténcatl Leyva Mortera, o bulevares y calles a nombres de políticos, Baja California tendrá una escuela preparatoria militar con el apellido Bonilla.