Proteger nuestro derecho a defender derechos ambientales es obligación de los países y es de suma importancia. Los Estados con mayores niveles de desigualdad de género tienden a tener un menor bienestar ambiental.
La justicia social se basa en la igualdad de oportunidades y en los derechos humanos; también, promueve el reparto equitativo de los bienes y servicios, con el fin de acabar con la pobreza, la desigualdad y conseguir el pleno desarrollo de las personas.