Sin discutir la inaplazable necesidad de cuidar nuestro recurso hídrico en todos los sectores ante los recortes y sequías que afectan la fuente internacional del Río Colorado, resulta indiscutible que el convenio mencionado traerá como consecuencia ambigüedad e incertidumbre a nuevas inversiones tan requeridas, no por su contenido, sino por el contundente mensaje presidencial que le precedió.