En esas condiciones, no se entiende cómo es que el flamante alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño, haya preferido ese ya sabido pagado logro, en lugar de hacer un informe de 100 días como lo hizo la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, quien, como su antecesor, suele no pagar por recibir reconocimientos públicos o mediáticos.