Uno de los sectores más golpeados por la Cuarta Transformación en Baja California es la seguridad pública y la procuración de justicia. La “súper fiscalía” que vendría a resolver todos los problemas de violencia que se viven en la entidad, estuvo más ocupada en gozar la opulencia, pasearse con escoltas y lucirse en todas las fotos posibles, que en obtener resultados exitosos en el combate a la inseguridad y la violencia.