Hugo Torres no se conformaba con expresar su inquietud por un problema de la población o de a quienes apreciaba, sino que ponía manos a la obra para buscar una solución y perseveraba hasta que la situación quedaba resuelta o al menos en el rumbo correcto.
* Fue un “padre bondadoso, un padre generoso, un padre amoroso, que siempre estuvo pendiente” a las necesidades de amor y bienestar de su familia del Hotel Rosarito, de sus hijos y sus nietos
En el plano institucional, mi primer acercamiento fue en 1989, cuando siendo Jefe de la Defensoría de Oficio, supervisé tareas que se hacían en Rosarito, a cargo del único Defensor con que contábamos allí.
Como uno de los forjadores de Playas de Rosarito, Hugo Torres lleva tres años escribiendo sus memorias. Recuerda su llegada al municipio a los siete años de edad, a sus compañeros en el Hotel Rosarito y el atentado contra el capitán Montero mientras fue alcalde