El fin de semana del 12 al 14 de agosto de 2022 fue un desastre para Baja California, no solo en violencia e inseguridad pública, al sufrir por primera vez en su historia acciones coordinadas de terrorismo urbano por parte de la delincuencia organizada; lo fue en ineficiencia de gobierno, de representación pública, de vínculo popular al sufragio.