En el pasado, existieron gestiones presidenciales similares, como la de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), quien fue dispendioso. Las consecuencias financieras fueron catastróficas. Luego de ese gobierno, padecimos dos sexenios de inestabilidad económica.
Vítores, fanfarrias, parafernalia, desfiles, y sumisión total ante la figura del Presidente era como se celebraba cada 1 de septiembre; eso sí, siempre en el ambiente de algarabía que caracteriza a los mexicanos. La obligación de informar con prontitud y transparencia fue transformada en la fiesta del Presidente.
Así como lo lee. López Obrador, quien siempre se ha dicho partidario de la democracia y simpatizante de personajes como Francisco I. Madero, impulsó una estrategia muy similar a la que llevaría a Victoriano Huerta al poder en 1913: usar a un intermediario para hacerse del poder.
Para quienes tienen interés en conocer detalladamente el sistema político mexicano de nuestra época, La sombra del caudillo es un referente, pues retrata a la perfección cómo inició el caudillismo mexicano en el siglo XX; modelo del cual, podría decirse, hoy “gozamos” en una versión “remasterizada”.
San José superó mis expectativas. Varias cosas me sorprendieron. Cada voz fue una grata experiencia y vasto aprendizaje. La primera fue la recepción que me dio Juan Pablo, el conductor que me trasladó del aeropuerto al hotel: “¡Bienvenido al país más caro de Latinoamérica!”.
Dicen que no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se llegue. Así, el próximo domingo 2 de junio habrá de llevarse a cabo la jornada electoral mediante la cual decidiremos quién será la o el próximo Presidente de México, senadores, diputados federales, diputados locales, presidentes municipales, síndicos, regidores y gobernadores, en algunos casos.
La actividad política no es la excepción. Simular que se hace, cuando realmente no se hace nada, es más común de lo que imaginamos y deseamos. Casi pareciera un requisito para participar en la vida pública de nuestros días.
A diferencia de sus mentores, Aristóteles fue un filósofo pragmático. Sus estudios fueron desde la biología y la lógica hasta la ciencia política y la medicina. De la genialidad de Aristóteles surgió el concepto de “Zoon politikon”, el cual se traduce literalmente como: “animal político”.
La frase “A mí me hubiera gustado ser militar de carrera y no a la carrera”, se le atribuye a don Porfirio Díaz. Sí, el general que más tiempo ocupó la Presidencia de la República fue un miembro de las fuerzas castrenses que, a diferencia de su hermano Félix, no estudió en el Heroico Colegio Militar, sino que obtuvo sus ascensos como resultado de sus conquistas en la batalla.
Dicen que nadie es profeta en su propia tierra, sin embargo, como orgulloso tijuanense que soy, bien vale la pena hablar de lo bonita que es mi tierra, la tierra de todos. Tijuana es una ciudad que cumplirá 135 años el próximo 11 de julio, y que, como municipio, alcanzó siete décadas el 1 de marzo pasado.