Una mujer llega a casa de su hija y encuentra a su yerno furioso, empacando una maleta. Al preguntarle qué pasó, él responde: “Le voy a decir exactamente lo que pasó, señora. Le mandé un e-mail a su hija Catalina diciéndole que hoy regresaba a casa de mi viaje de negocios. Llegué a casa y ¿puede adivinar lo que encontré? ¡A mi esposa, sí, a su hija!, con un hombre como Dios lo trajo al mundo, en nuestra recámara. Este es el fin de nuestro de matrimonio, ¡me largo de esta casa para siempre!”.