La responsabilidad de las empresas en materia de derechos humanos recientemente se ha convertido en un asunto de suma importancia en el ámbito internacional, en especial por su relevancia económica; si bien no es una cuestión nueva, aún tiene mucho desarrollo por delante.
Históricamente, las leyes alrededor del mundo no protegieron a los grupos de atención prioritaria de la violencia; así, en muchos lugares estaba permitido de manera implícita que los maestros castigaran físicamente a sus estudiantes.
El desarrollo sostenible se compone de la forma de vivir en el presente si queremos un mejor futuro, ocupándose de las necesidades actuales sin comprometer las oportunidades y recursos de las generaciones venideras con la promesa de un mundo mejor para todas las personas.
El reconocimiento de los derechos humanos en las normas vigentes ha implicado un cambio de paradigma en las relaciones de poder entre gobernantes y gobernados, para constituir una garantía legal que asegura la dignidad de las personas.
De acuerdo con las estadísticas de las Naciones Unidas, mundialmente, los niños, niñas y adolescentes representan menos del 15 por ciento de la población migrante; sin embargo, constituyen el 25 por ciento de las personas en movimiento en América Latina y el Caribe.
Las mujeres rurales juegan un rol central en la movilización comunitaria en temas como la preservación de las tierras, la defensa de los recursos naturales y el cambio climático. Este trabajo de organización comunitaria se suma al trabajo productivo y reproductivo como una triple carga.
Con el objetivo general de concienciar sobre los problemas relacionados con la salud mental y movilizar esfuerzos para ayudar a mejorarla, cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, con el compromiso global para crear conciencia sobre la salud mental y defenderla como un derecho humano universal.
El movimiento en favor de los derechos de las personas con discapacidad en los Estados Unidos para que naciera la Ley de Rehabilitación, fue impulsado, prioritariamente, entre otras personas, por Judy Heumann y Kitty Cone.
Con relación al cuidado, las mujeres dedicamos aproximadamente 29 horas a las semanas (más del doble que los hombres). En cuanto a las actividades domésticas, las mujeres dedicamos en promedio 30 horas a la semana (casi el triple de las dedicadas por los hombres).